Los castores combatirán el fuego y la sequía

Los castores están en el punto de mira de científicos y conservacionistas, ya que defienden que esta especie puede servir de gran ayuda para preservar ecosistemas terrestres.

Se trata de roedores que trabajan incansablemente parando el flujo del agua para poder crear un estanque donde vivir a salvo de sus depredadores.

De esta forma, son conocidos como ingenieros de los ecosistemas, y es que sus construcciones dejan muchos beneficios a los ecosistemas donde se asientan.

Los castores y su labor para cuidar de los ecosistemas terrestres

Los castores tienen una capacidad para modelar su entorno. Las presas que construyen son porosas, actuando como baches, que frenan el flujo del agua de un río.

La investigadora Emily Fairfax, de la universidad californiana de Channel Islands, comenta que “si simplemente dejas a los castores a lo suyo, los beneficios que proporcionan son enormes”.

Según las investigaciones los humedales que crean dejan estos beneficios:

• Recargan acuíferos
• Filtran la contaminación
• Almacenan carbono
• Atenúan las inundaciones
• Multiplican la biodiversidad, ya que sus construcciones sirven de refugio y zona de cría para muchas especies diferentes

Asimismo, la investigadora también expone y reitera en defender que son ingenieros medioambientales altamente cualificados porque tienen una gran capacidad para resistir a los megaincendios.

Y es que, al visitar y analizar zonas quemadas, Fairfax descubrió que los tramos de arroyos en los que no había castores se veían afectados por el fuego tres veces más de media que en las zonas en las que había presas construidos por ellos.

Es por ello que en Estados Unidos se plantean la posibilidad de dejar de considerar a esta especie como un enemigo. Por ello, en la Cumbre del Clima de Egipto se presentó a la especie en una hoja de ruta con el castor como solución basada en la naturaleza.

Dicho documento destaca que recargan las aguas subterráneas y los caudales en estaciones secas. Además en el Gobierno estatal de California ha dedicado 1,67 millones de dólares durante el 2022 para un programa de protección de castores, además el servicio de fauna estatal califica a la especie como "héroe climático creativo y sin explotar".

“Nos estamos quedando rápidamente sin opciones para hacer frente al cambio climático, y hay más gente dispuesta a estudiar soluciones diferentes porque necesitamos toda la ayuda posible”, apuntó la investigadora Emily Fairfax, en su cuenta de Twitter. 

Una especie muy castigada

Los beneficios mencionados que aporta la especie podrían ser mayores si se deja recuperar las poblaciones. Antes de la llegada de los europeos en Norteamérica había entre 100 y 400 millones de ejemplares, pero el comercio con sus pieles los sentenció.

En Europa ya no quedaban castores, por lo que los barcos iban y venían por el Atlántico para cubrir el dañino comercio de la moda.

En España formaba parte de especies autóctonas, pero se cree que desaparecieron en los siglos XVIII O XIX, pero hace veinte años que se reintrodujo en ríos de la cuenca de Ebro, y desde el 2020 se incluyó en la lista de especies amenazadas.

Según Fairfax, en Norteamérica apenas sobrevive un 10 % de la población original. La sociedad tiende a no ser tolerante y considerar a los castores como una plaga, y en vez de tomar soluciones sostenible, acaban por envenenarlos o matarlos a tiros. Este año EEUU ha vivido uno de los peores en sequía, y parece que las mentalidades van cambiando. Son muchas las iniciativas de ONG, Universidades tribus nativas las que se encargan de promover la coexistencia con esta especie, y gracias a ello, poco a poco la sociedad los va percibiendo como unos aliados para poder salvarles de los efectos de la crisis climática.