Como ocurriera con la primera ola del coronavirus, la inseguridad económica ha provocado que cientos de familias en España se vean obligadas a pedir comida creando largas colas frente a los bancos de alimentos.
Muchos migrantes sin ingresos sostenidos no solo se verán obligados a regresar a sus hogares, sino que también provocarán una caída temporal de las remesas.