Japón insiste en su idea de lanzar al océano un millón de toneladas de agua procedente de la planta nuclear de Fukushima con el objetivo de desmantelar la central destruida por el tsunami de 2011.
La comida y bebida que consumimos en nuestro día a día dependen del consumo de una cantidad exacta de agua. Por eso es importante tener en cuenta a qué nos referimos cuando hablamos de huella hídrica y conocer más sobre cómo reducirla.
La falta de abastecimiento se produce por distintos motivos, como el cambio climático, el aumento de las temperaturas, la escasez de lluvia y la alta demanda del agua por parte de la población. Actualmente los embalses se encuentran 12 puntos por debajo de la media.
El consumo del agua embotellada ha aumentado en los últimos años, lo que supone añadir efectos negativas al agua de la canilla y favorecer el marketing de las empresas de agua embotellada. Un estudio de Barcelona demuestra los impactos del agua embotellada en el medio ambiente y en la salud.
Uno de los efectos del cambio climático que más sufrirá la población en las próximas décadas está relacionado con el agua. Crecidas, inundaciones, sequías y escasez hídrica ya se están viendo intensificadas a consecuencia del calentamiento global. E irán a más.