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Rubén del Campo, uno de los portavoces de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), alertó este lunes sobre la llegada de la primera ola de calor de este verano esta semana, con temperaturas que podrían sobrepasar los 44º en Andalucía. Este aumento del mercurio se producirá de forma “general y progresivo” y se prolongará durante al menos cinco o seis días, según la información publicada en Servimedia.
El calor será el protagonista toda esta semana
Así, “a partir del miércoles el calor será intenso en casi toda la península y Baleares tanto de día como de noche”, por lo que, alerta la Aemet, “probablemente España podría encontrarse en una ola de calor que se prolongará hasta comienzos de la próxima semana". En este sentido, la Agencia ha recordado que para hablar ”de ola de calor se requiere que un episodio de altas temperaturas sea intenso, extenso y duradero, características estas que cumple la predicción de esta semana".
Por su parte, las temperaturas serán muy altas en buena parte de España durante al menos cinco o seis días, e incluso podrían batirse récords con más de 36º en la cuenca del Ebro, centro y mitad sur peninsular y puntos de Mallorca. A partir del miércoles las altas temperaturas serán más extremas, ya que se alcanzarán 36º en la meseta norte o 38 en el Ebro, Baleares, zona centro o mitad sur con 40º en los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir; zonas estas donde la temperatura de madrugada no bajará de los 20º.
Las noches serán muy calurosas también
Con mínimas por encima de los 22º a partir del miércoles o jueves en muchas de estas zonas. En Castilla y León la ola de calor irá en aumento y podrá durar unos siete días.
"Lo peor serán las noches asfixiantes", alerta Biener. "En algunas zonas del sur, en Canarias, en el interior peninsular y en la vertiente mediterránea, en algunos sitios no bajaremos de los 25 grados por la noche", explica el experto, a lo que en la costa se añade mucha humedad.
Quedará algo al margen de esta situación el norte peninsular, sobre todo la parte norte de Galicia, Asturias y Cantabria, aunque el próximo fin de semana en el cantábrico oriental, sobre todo en la zona del país vasco, podrían subir las temperaturas a partir del fin de semana.
Por otro lado, esta situación dificulta la formación de nubes, por lo que las precipitaciones serán muy escasas. No obstante, entre el martes y el miércoles podrían producirse algunos chubascos ocasionales en el área mediterránea o Mallorca, y también en zonas de montaña del centro y el este, que a partir del jueves serán más escasas o inexistentes.
El polvo en suspensión y el calor prolongado pueden tener efectos, respectivamente, sobre la salud de las personas
Teniendo ya en cuenta el aumento del riesgo de incendios forestales, por lo que debemos tener prudencia e información continua.
A lo largo del verano, se han sucedido varios episodios de altas temperaturas. No obstante, estos solo pueden ser considerados como una ola de calor si cumplen con tres requisitos de forma simultánea: que sea intenso, que sea extenso y que sea duradero.
¿Qué hacer en caso de ola de calor?
En el caso de darse temperaturas muy elevadas, el Ministerio de Sanidad recoge algunas recomendaciones para evitar problemas de salud asociados a estos episodios meteorológicos extremos.
- Beber mucha agua o líquidos sin esperar a tener sed, salvo si hay contraindicación médica. Evitar las bebidas alcohólicas, café, té o cola y las muy azucaradas.
- En los días de intenso calor, permanecer en lugares frescos, a la sombra y si es posible pase al menos dos horas en algún lugar climatizado. Tomar una ducha o un baño fresco.
- Bajar las persianas evitando que el sol entre directamente. No abrir las ventanas cuando la temperatura exterior es más alta. Evitar usar máquinas y aparatos que puedan producir calor en las horas más calurosas. A partir de los 35ºC, en el interior de la vivienda, un ventilador solo mueve el aire, no lo enfría.
- Hacer comidas ligeras que le ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos).
- Evitar las actividades en el exterior en las horas más calurosas, sobre todo si las actividades son intensas.
- Si es necesario estar en el exterior, permanecer a la sombra, usar ropa ligera y de color claro, protegerse del sol, usar sombrero. Utilizar un calzado fresco, cómodo y que transpire.
Además, el calor no afecta a todas las personas por igual, por lo que conviene prestar especial atención a los grupos más vulnerables, como las personas mayores -sobre todo las que viven solas o son dependientes-, las personas con enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, respiratorias, renales, neurológicas, etc., o aquellas que reciben algún tipo de medicación específica, como anticolinérgicos, antihistamínicos, fenotiazinas, psicofármacos, diuréticos o betabloqueadores, entre otros. También son vulnerables los niños menores de 4 años y las personas con mucho peso.
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