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La Confederación de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza (STES Intersindical) calcula que desde que arrancó la pandemia se han tenido que confinar 80.000 aulas de las 375.000 que hay en España. Además, han muerto seis miembros de la comunidad educativa por Covid-19 (dos de ellos alumnos) y unos 25.000 trabajadores de la enseñanza se han contagiado.
Así se refleja en el resumen facilitado por STES-I a Servimedia con motivo del fin del estado de alarma, del que se desprende que una quinta parte de las clases han tenido que cerrar en algún momento por la Covid-19.
Miles de alumnos y docentes se encuentran en cuarentena o aislados
El documento matiza que un tercio de los 25.000 contagios en el personal de la educación se ha producido en Cataluña, con 8.242 positivos.
En cuanto a los fallecidos por causa del coronavirus, la confederación detalla que se trata de tres profesores (de Huesca, Gijón y Lleida), un conserje (de un centro de Madrid) y dos alumnos (éstos de 14 y 12 años, respectivamente).
Asimismo, el resumen se hace eco del presupuesto extra puesto a disposición por parte del Gobierno de España para paliar los efectos de la pandemia, que asciende a 2.000 millones de euros; y que las comunidades autónomas contrataron el pasado verano 40.944 profesores, con el fin de reducir las ratios y garantizar los denominados “grupos burbuja” para frenar la expansión del virus. De ellos, precisa la información de STES-I, la Comunidad de Madrid despidió a 1.117 en diciembre.
Garanticemos la seguridad en los centros educativos
La organización también refleja que, durante este curso, se han convocado numerosas huelgas y movilizaciones en el sector en relación con los efectos de la Covid-19 y “para exigir seguridad en los centros educativos”, como las celebradas en Andalucía, Aragón, Cataluña, Murcia, País Vasco y Galicia.
Además, STES-I añade en el informe que en Cantabria se protestó por la modificación del calendario escolar para suspender el periodo no lectivo y que en las convocatorias de Valencia, Canarias y Asturias se exigió el aplazamiento de las oposiciones, para no poner en riesgo a aspirantes de profesores con pruebas multitudinarias.
Un positivo en el aula
Según establece el Ministerio de Sanidad en la «Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19», se considera «contacto estrecho» el haber compartido espacio con un positivo confirmado en una distancia inferior a dos metros durante más de 15 minutos sin mascarilla.
En clase, este contacto abarca al grupo del alumno positivo por coronavirus si tiene más de 11 años. Si tiene entre 6 y 11 se considerará siempre como contacto estrecho. El uso de la mascarilla dentro del aula es obligatorio en todos los alumnos desde Primaria.
Si el alumno confirma su positivo con una PCR, todo el grupo incluido su profesor se someterá a la misma prueba, para comprobar si ha habido transmisión. Esperarán el resultado en casa e, independientemente de si este es positivo o negativo, permanecerán aislados durante 14 días, en los que recibirán clases a distancia.
Este tipo de cuarentenas es la más común, y se da ya en clases de casi todas las comunidades.
Mi clase está confinada por un positivo: ¿debemos guardar todos cuarentena en casa?
No. Si la prueba a nuestro hijo ha resultado negativa, a pesar de que se le recomiende guardar cuarentena a los compañeros de clase que no están contagiados, el resto de sus hermanos o padres no se considerarían contactos estrechos, por lo que no están obligados a aislarse.
Deberán guardarla en caso de que la prueba resulte positiva.
Si se confirma el positivo por coronavirus en varios alumnos de distintos grupos y estos comparten edificio o área dentro del centro, las autoridades deben valorar si todo el conjunto debería volver a casa y guardar la cuarentena. Estos 14 días recibirán las clases de manera online.
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