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Cuidar y apoyar a un niño con parálisis cerebral puede resultar un desafío. La atención temprana comprende el conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de entre 0 y 6 años, a sus familias y a su entorno y tiene como objetivo responder lo antes posible a las necesidades que presentan menores con trastornos en su neurodesarrollo.
De ese modo, la atención temprana se convierte en un recurso esencial para la parálisis cerebral, que juega un papel fundamental en la vida de las familias con parálisis cerebral por su impacto en el presente y el futuro de los menores con grandes necesidades de apoyo.
Una atención temprana de calidad revertirá en el desarrollo de su autonomía, posibilitará su empoderamiento y garantizará su vida independiente, tanto en la infancia como en la edad adulta. De hecho, el primer paso de las familias cuando se fundaron las primeras asociaciones de parálisis cerebral en los años 70 y 80 fue la creación de este tipo de servicios para lograr que la infancia con parálisis cerebral recibiera la atención específica, acorde con sus necesidades de apoyo.
De eso trata la Campaña de ASPACE del Día Mundial de la Parálisis Cerebral 2023: #HeNacidoParaVivirLaVida pone el sentido de la atención temprana, y en cómo debería ofrecerse a menores y familias desde el diagnóstico hasta la coordinación con el siguiente servicio.
Acerca de la parálisis cerebral
La parálisis cerebral es una afección que impacta el habla, la movilidad, la postura y la coordinación. Por lo general, los síntomas se manifiestan en niños antes de los dos años y varían en gravedad.
No es una enfermedad específica, sino un término que engloba trastornos motores causados por daño cerebral en niños. Aunque no es progresiva, los síntomas pueden evolucionar a medida que el sistema nervioso madura.
Tipos de parálisis cerebral
Existen cuatro tipos de parálisis cerebral, cada uno con diferentes trastornos motores:
- Parálisis cerebral espástica: Caracterizada por rigidez muscular que dificulta el movimiento, afectando la capacidad de caminar y hablar.
- Discinética (distónica o atetósica): Provoca movimientos musculares lentos e involuntarios, afectando el habla y causando problemas de audición.
- Parálisis cerebral atáxica: Afecta la coordinación y el equilibrio, haciendo que el niño tenga dificultades para caminar y mantener el equilibrio.
- Hipotónica: Se caracteriza por la disminución del tono muscular, lo que retrasa el desarrollo motor y el aprendizaje para caminar.
Los síntomas varían según cada niño, desde torpeza leve hasta discapacidades graves que requieren el uso de silla de ruedas.
Causas de la parálisis cerebral
La parálisis cerebral se debe al daño cerebral durante el embarazo, el parto o poco después del nacimiento.
Las causas pueden incluir infecciones, nacimiento prematuro, hemorragias cerebrales y factores genéticos o ambientales.
Diagnóstico
Por lo general, los niños son diagnosticados alrededor de los dos años. El pediatra evalúa los síntomas y realiza pruebas como análisis de sangre o imágenes para descartar otras afecciones.
El diagnóstico puede variar según la edad del niño.
Tratamiento
Aunque no tiene cura, con apoyo adecuado, los niños pueden alcanzar la mayor independencia posible. Se implementa un enfoque multidisciplinario que incluye:
- Fisioterapia: Para mejorar la movilidad y reducir movimientos anormales.
- Terapia ocupacional: Ayuda a adaptarse a las dificultades cotidianas.
- Terapia del habla y del lenguaje: Aborda problemas de comunicación.
- Apoyo de trabajadores sociales: Ofrece asesoramiento práctico y financiero.
- Seguimiento por neurólogos pediátricos y psicólogos educacionales: Para tratar problemas neurológicos y de aprendizaje.
En algunos casos, se utiliza toxina botulínica para aliviar la rigidez muscular.
El diagnóstico temprano y la atención integral mejoran la calidad de vida de los niños con parálisis cerebral, permitiéndoles alcanzar su máximo potencial.
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