04/09/2019 - 12:04
Lectura fácil
Un joven de nacionalidad británica padece una severa pérdida de visión por haber pasado años alimentándose solamente, con patatas fritas, y ocasionalmente, de pan de molde.
El problema fue detectado por los médicos hace cuatro años, pero el adolescente no siguió el tratamiento establecido. Esta pérdida de visión, dificultará la capacidad para leer o reconocer caras.
El afectado es un chico de Bristol, que tan sólo tiene 17 años, y su visión se ha ido deteriorando por su inconsciencia a la hora de alimentarse.
La visión del joven ha sido diagnosticada con ceguera por el consumo masivo de patatas fritas
Según ha comentado la doctora Denize Atan, la encargada de atenderle en el centro médico, este problema se debe a los trastornos alimenticios que el adolescente lleva arrastrando.
La dieta se componía esencialmente de patatas fritas que compraba en un comercio local, y a veces lo alternaba con rebanadas de pan de molde acompañadas de jamón o salchichas.
La identidad del menor no ha sido facilitada por razones legales, como tampoco se ha proporcionado información sobre su situación familiar.
Los médicos diagnosticaron que el joven presentaba una grave falta de vitamina B12 y vitamina D, además de otros minerales importantes.
"Explicó esto como una aversión a la textura de algunas comidas que no toleraba, así que las patatas fritas eran el único tipo de comida que sentía que podía comer", ha explicado Atan, que ha detallado que rechazaba la verdura y la fruta.
Los trastornos alimenticios fueron diagnosticados años antes
Tenía 14 años cuando se detectó por primera vez el problema. Desde entonces se cree que ya solo se alimentaba con patatas fritas.
El joven acudió al médico porque notaba cansancio y malestar general. Los médicos le recetaron varios suplementos para tratar de paliar la falta de nutrientes y vitaminas, pero el chico no siguió el tratamiento ni mejoró su dieta.
"Tiene zonas ciegas en su visión. Esto quiere decir que no puede conducir y que tendrá grandes dificultades para leer, ver la televisión o reconocer caras", ha argumentado Atan.
Al no tratarse el problema desde que fue detectado, el nervio óptico muere y el daño se volvió permanente.
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