Si empezamos a invertir 100 euros todos los meses desde los 30 años, cuando llegue el momento de nuestra jubilación, a los 67 años, podríamos tener casi 130.000 euros.
La subida afecta a los empleados públicos de todas las administraciones públicas, tanto la estatal como la local y autonómica y su coste se aproxima a los 1.500 millones de euros.