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La frase "llevarse como el perro y el gato" refleja una convivencia conflictiva entre dos personas. Sin embargo, el adiestramiento ha demostrado que perros y gatos pueden llevarse bien con las herramientas adecuadas. Lo ideal es adoptar ambos como cachorros al mismo tiempo para que aprendan a convivir juntos desde pequeños. Si no es posible, hay pautas para presentar a los perros y a los gatos de una manera adecuada y establecer una relación armoniosa desde el principio.
Los perros y los gatos amplían sus relaciones conflictivas
La expresión popular "llevarse como el perro y el gato" señala una relación conflictiva entre dos individuos. Aunque se cree comúnmente que los perros y los gatos están destinados a pelear debido a sus instintos depredadores, el adiestramiento ha demostrado que pueden convivir en armonía con las técnicas adecuadas.
Lo ideal es adoptar un gato y un perro cachorro al mismo tiempo para que se acostumbren mutuamente desde pequeños. Sin embargo, si esto no es posible, existen pautas específicas para presentarlos correctamente y cultivar una relación positiva desde el principio.
¿Cómo podemos mejorar la relación entre ambos animales?
Cuando se introduce un nuevo miembro peludo en el hogar, ya sea un perro o un gato (preferiblemente uno de ellos siendo un cachorro), los propietarios deben entender la importancia de facilitar una transición suave.
Según Carlos Prieto, un adiestrador de perros militares, "los cambios deben comenzar antes de que el nuevo animal llegue", para que el residente actual no se sienta abrumado y no asocie los cambios directamente con el 'intruso'. Esto implica preparar la casa con anticipación, como la adición de nuevas camas, juguetes, reorganización de comederos y gateras, entre otros ajustes.
Para una integración exitosa entre perros y gatos, se recomiendan las siguientes pautas:
- Crear dos zonas de seguridad separadas en la casa, una para el gato y otra para el perro.
- Durante los primeros días, evitar el contacto físico y visual entre los animales. Es mejor que la integración inicial se realice a través de los olores, ya que ambos tienen un sentido del olfato agudo. Esto puede lograrse intercambiando sus comederos (sin la comida en sí) o pasando pañuelos por el pelaje del perro o el gato y llevándolos a la habitación del otro.
- Cuando los animales demuestren interés mutuo (como olfatear debajo de la puerta), se puede pasar al primer contacto visual en un entorno seguro. Esto puede lograrse a través de una puerta de seguridad para niños, un cristal o una gatera transparente, lo que permitirá a los propietarios acceder a ambos animales para premiar su buen comportamiento. Es importante permitir que los animales se acerquen gradualmente, sin forzar la situación.
- Después de un período de tiempo, se puede pasar al contacto directo entre los animales. Es recomendable hacerlo después de que el perro haya liberado energía, como después de un paseo. En el caso del gato, especialmente si es un cachorro, siempre debe tener acceso a vías de escape o zonas elevadas para huir si se siente abrumado por un animal más grande.
Siguiendo estos pasos y fomentando una convivencia positiva, las dos mascotas se integrarán y sentirán que forman parte de una familia feliz y unida rodeados de nuestros mejores amigos, ya sean perros o gatos.
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