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Cuando se produce una situación de emergencia, inevitablemente pensamos en los bomberos, los policías o los militares para las operaciones de rescate, pero rara vez se nos vienen a la mente los héroes silenciosos de cuatro patas, que desempeñan un papel fundamental en la respuesta a catástrofes. Los perros de búsqueda y rescate salvan vidas y permiten mantener la esperanza en los momentos más difíciles. De hecho, en los recientes terremotos de Turquía y Siria, se enviaron más de 70 canes especializados con el fin de rescatar a personas atrapadas entre los escombros, donde salvaron muchas vidas.
Entre las patrullas que se enviaron, estaban los 4 perros de la ONG Bomberos para el Mundo, que viajaban desde España. “Nuestros perros han trabajado en terremotos como el de Ecuador en 2016; el de México en 2017 y los de Turquía y Marruecos este año 2023. En Turquía, por ejemplo, localizaron a 5 personas con vida”, indica Eugenio Mantero, experto colaborador de Nubika y miembro de la ONG Bomberos para el Mundo.
Para lograr estos resultados es de vital importancia realizar un adiestramiento adecuado para operaciones de salvamento en situaciones de catástrofe y guerra. En la ONG Bomberos para el Mundo, por ejemplo, utilizan la metodología Arcón en sus misiones. En este caso, gracias a siete técnicas conductuales, los animales optimizan la autonomía de trabajo, la motivación y la concentración psíquica para detectar emisiones de partículas olorosas de personas vivas en entornos de rescate. Sin embargo, hay otros sistemas de entrenamiento igualmente válidos.
Algunas razas son adecuadas para las situaciones de crisis
Como las personas, cada perro es único y tiene sus particularidades. Por ello, hay algunas razas que son consideradas más adecuadas para este tipo de situaciones de crisis. Suelen ser razas medianas como el San Bernardo, el Pastor Alemán, el Pastor Belga, el Golden Retriever o el Border Collie. “Buscamos que su físico sea óptimo; que sean perros medianos, atléticos y con buen desplazamiento, así como con un buen rango instintivo”, afirma Eugenio Mantero.
Estos héroes peludos, lejos de ser simplemente compañeros, son profesionales altamente capacitados que, junto a sus guías, se enfrentan a desafíos extremos para salvar vidas. “Hay perros que trabajan con cualquier guía, pero lo normal es que tengan el suyo habitual", sigue Mantero. De hecho, él asegura que hay asociaciones, donde estos animales se quedan con su guía una vez que se jubilan, es decir, para toda la vida.
Experiencia y conocimientos estrictos
El entrenamiento de rescate o de servicios a personas con discapacidad, requiere un alto nivel de experiencia y conocimientos por lo que se requiere de profesionales especializados. Por ello, desde el centro educativo Nubika, que ofrece cursos en Adiestramiento Canino y Terapia Asistida con Animales, nos cuentan las claves para adiestrar a perros capaces de localizar y rescatar personas en entornos peligrosos:
- Selección cuidadosa: Es muy importante seleccionar razas con buenas habilidades olfativas, con temperamentos estables, sociables y estar dispuestos a trabajar en diversas situaciones.
- Socialización: Es esencial que los canes sepan interactuar con diferentes equipos de rescate y supervivientes. Hay que enseñarles a socializar desde que son cachorros y garantizarles comodidad cuando están con personas y entornos diversos.
- Entrenamiento básico: Antes de enseñarles las actividades complejas de rescate, han de pasar por una fase de entrenamiento básico, como cualquier otro perro, obedeciendo a comandos sencillos como "siéntate", "quieto", ‘corre” o "ven".
- Habilidades olfativas: Es muy importante enseñarles a identificar y seguir olores específicos, ya sea para localizar a personas enterradas en avalanchas o para buscar a alguien en concreto. “Los que tienen el hocico chato se descartan”, indica Eugenio Mantero, haciendo alusión a que hay otros que tienen una mejor fisonomía para detectar olores.
- Ejercicios prácticos: Los animales practican en diversos entornos y simulando lugares de rescate. Se les expone a condiciones que podrían encontrar en una situación real. “No entrenamos siempre en un mismo escenario, ya que, de lo contrario, no podrían trabajar en lugares de terremotos. Intentamos que tengan una situación similar a la que se pueden encontrar en una catástrofe”, asegura Mantero.
- Cooperación: En estas situaciones, el trabajo en equipo es fundamental. Es por este motivo que los peludos están entrenados para trabajar en estrecha colaboración con todos los miembros del equipo de rescate. Además, se les enseña a seguir órdenes y señales específicas.
- Recompensa: Durante el entrenamiento, utilizan juegos y premios para recompensar el comportamiento. Gracias al refuerzo positivo, estos héroes de cuatro patas asocian la búsqueda y el rescate con experiencias positivas.
- Entrenamiento continuo: Se realizan evaluaciones periódicas para garantizar que los peludos mantengan sus habilidades y estén listos para afrontar cualquier operación ante la posibilidad de que surjan nuevas emergencias.
Sin embargo, la contribución va más allá de las operaciones de salvamento, ya que también desempeñan un papel muy importante en la asistencia a personas con discapacidades, ya sean físicas o mentales. Desde perros guía hasta los que alertan sobre problemas de salud, estos compañeros peludos desarrollan una función vital en la sociedad.
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