No hay ni un solo asunto importante que no haya sido tratado en la cumbre mundial de la ceguera. Desde el acceso a la higiene y a la salud, a la educación y al empleo, hasta la inclusión, la recuperación tras la pandemia, el ocio, la cultura y el deporte, pasando por el derecho a la participación, a la movilidad y a disponer de tecnologías usables y accesibles.