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En Vigo, solo el 8 % de las viviendas en alquiler son accesibles para personas con movilidad reducida o con otras discapacidades. Esta cifra refleja una realidad preocupante para un colectivo que enfrenta serias dificultades para encontrar un lugar donde vivir de forma autónoma. A esta barrera se le suma el alto coste de los alquileres en la ciudad, lo que complica aún más la posibilidad de independencia para las personas con diversidad funcional, ya sea intelectual o física.
La mitad de las personas con discapacidad en España no logran emanciparse
Según un informe de la Fundación PwC, aproximadamente la mitad de las personas con discapacidad intelectual en toda España no logran emanciparse. En Vigo, esta cifra es aún más alarmante, según confirman las asociaciones locales que trabajan con este colectivo.
Las dificultades económicas y la falta de accesibilidad a viviendas adaptadas son los principales factores que dificultan la vida independiente de las personas con diversidad funcional.
Uno de los principales obstáculos es la situación económica. El informe de PwC señala que las personas con discapacidad intelectual que tienen empleo ganan, de media, menos de 10.000 euros al año.
Esta cantidad es claramente insuficiente para poder alquilar o comprar una vivienda en Vigo, donde los precios del alquiler se encuentran entre los más altos de Galicia. La mayoría de estas personas desempeñan trabajos a tiempo parcial, con sueldos que no alcanzan para cubrir los gastos básicos de la vida diaria.
Desde la entidad Down Vigo explican que, hasta el momento, solo seis personas con síndrome de Down han logrado emanciparse y vivir por su cuenta. Este bajo número refleja las grandes dificultades que enfrentan para salir del hogar familiar y vivir de forma independiente de cara a las personas con discapacidad.
Una encuesta sobre el interés de emancipación
El deseo de emanciparse es una aspiración común entre las personas con diversidad funcional. Según el informe de PwC, casi uno de cada dos encuestados expresó su interés en vivir en una vivienda no institucional, como una casa propia o compartida.
Sin embargo, los motivos que les impiden lograr este objetivo son principalmente económicos, pero también familiares y personales. Las barreras que enfrentan son muchas, pero una de las más importantes es la falta de recursos y apoyo adecuado para realizar tareas cotidianas.
Varias actividades como gestionar el dinero, cocinar o atender problemas de salud son fundamentales para una vida autónoma, pero muchas veces no cuentan con los recursos necesarios para hacerlo.
Varias asociaciones adoptan medidas urgentes
Ante esta situación, las asociaciones locales de Vigo, como Down Vigo y Apamp, han realizado un llamamiento al sector público para que adopte medidas urgentes.
Entre las propuestas destacan la creación de más viviendas accesibles y adaptadas para personas con discapacidad, así como la implementación de políticas legislativas que faciliten el acceso a planes de vivienda. También piden incentivos para que las promotoras inmobiliarias destinen parte de su oferta a este colectivo.
El hecho de aumentar la oferta de viviendas sociales sería un paso fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas con diversidad funcional.
Además de estas medidas, la tecnología se presenta como una herramienta clave para mejorar la autonomía de las personas con discapacidad. Portales específicos de vivienda y asistentes digitales son algunas de las soluciones tecnológicas que pueden facilitar la vida independiente de este colectivo, reduciendo la necesidad de apoyos personales y ofreciendo más autonomía.
Finalmente, los modelos de otros países europeos como Suecia, Noruega o Dinamarca demuestran que es posible implementar viviendas no institucionales y apoyos personalizados que favorezcan la independencia de las personas con discapacidad.
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