La pesca de contacto de fondo cae un 81 % en el Atlántico Nororiental gracias a restricciones de la UE

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24/01/2025 - 17:00
Reducción del 81 % en las horas de pesca entre 2022 y 2023

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Entre noviembre de 2022 y octubre de 2023, la pesca de contacto de fondo en el Atlántico Nororiental se redujo en un 81% en comparación con el periodo equivalente del año anterior.

Esta significativa disminución se debe en gran medida a las medidas adoptadas por la Comisión Europea, que en noviembre de 2022 prohibió esta práctica en 87 áreas específicas situadas entre los 400 y 800 metros de profundidad en aguas comunitarias. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos regulatorios, persisten ciertos desafíos en la implementación y cumplimiento de estas normativas.

Prohibiciones de pesca en aguas profundas desde 2016

El origen de estas restricciones se remonta a 2016, cuando la Unión Europea aprobó un reglamento conocido como "régimen de acceso a las aguas profundas". Este entró en vigor en 2017 y prohibió el arrastre de fondo a profundidades superiores a los 800 metros en el Atlántico Nororiental. El objetivo principal del reglamento es la protección de hábitats marinos particularmente vulnerables, como montes submarinos habitados por corales de agua fría y esponjas, áreas que albergan una gran biodiversidad y son especialmente susceptibles al daño provocado por la pesca de contacto de fondo.

A pesar de las prohibiciones implementadas en 2022, un estudio reciente publicado en la revista científica Science Advances revela que esta actividad no ha sido erradicada por completo. Durante los 12 meses posteriores a la entrada en vigor de las restricciones, se registraron 3.500 horas de pesca de contacto de fondo en las áreas vedadas, una cantidad significativamente inferior a las 19.000 horas registradas el año anterior. Esto demuestra un progreso notable, aunque insuficiente, ya que todavía se realizan incursiones pesqueras en hábitats frágiles.

Según Lissette Victorero, investigadora principal del estudio y miembro de la organización Deep Sea Conservation Coalition (DSCC), estas restricciones representan un avance importante para la protección de ecosistemas marinos vulnerables. Sin embargo, enfatiza que garantizar su éxito a largo plazo requiere una implementación más estricta de la normativa y la identificación continua de áreas que necesiten protección adicional. La investigadora subraya la importancia de fortalecer los mecanismos de cumplimiento para cerrar las lagunas que permiten que ciertas actividades ilegales persistan.

El estudio también señala que la mayoría de las actividades de pesca realizadas tras la implementación de las vedas estuvieron dominadas por flotas españolas, que acumularon 1.769 de las 3.500 horas totales, seguidas por la flota portuguesa. Las incursiones realizadas por algunos buques españoles fueron breves y rápidas, lo que podría dificultar su detección mediante los sistemas de localización de buques (SLB).

Aún hay desafíos pendientes en la protección marina

Por otro lado, se identificaron niveles importantes de pesca de contacto de fondo en otras áreas de aguas comunitarias donde ya se han localizado ecosistemas marinos vulnerables pero que aún no cuentan con protección debido a retrasos legislativos. Este retraso en la adopción de nuevas vedas subraya la necesidad de avanzar más rápido en la implementación de medidas adicionales. Bronwen Golder, directora de la campaña sobre montes submarinos de la DSCC, considera que es crucial acelerar las recomendaciones anuales para ampliar las áreas protegidas y evitar mayores daños a los ecosistemas vulnerables.

Aunque las medidas de protección adoptadas por la Unión Europea han reducido significativamente la actividad de pesca de contacto de fondo en el Atlántico Nororiental, es fundamental abordar los desafíos pendientes para garantizar la protección efectiva de estos hábitats únicos y garantizar su conservación a largo plazo.

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