¿Ha afectado la pandemia a nuestra piel?

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11/02/2022 - 15:00
Sérum para el cuidado de la piel

Lectura fácil

Nuestra piel no es solo el órgano más grande de nuestro cuerpo, sino el primer escudo de protección de nuestro organismo. A lo largo de la pandemia, tanto a causa de la cuarentena como del uso de productos desinfectantes, es posible que nuestra piel haya sufrido un palpable deterioro. Y, por ello, más que nunca, es preciso recordar cómo y por qué debemos darle a nuestra piel el cuidado que merece.

Los efectos de la pandemia en nuestra piel

Como el órgano más grande de nuestro cuerpo, cuidar de nuestra piel es fundamental para nuestra salud. Además de su relevancia estética, este importante órgano es la primera barrera con la que se encuentran los agentes nocivos del exterior. Pero, además de protegernos, la piel es indispensable para el funcionamiento del organismo, con funciones que van desde la termorregulación y la excreción y absorción de sustancias hasta la síntesis de vitamina D. Es por esa y tantas otras razones que su cuidado debería formar parte de nuestra rutina diaria, tanto en relación a su correcta higiene como al modo en que la exponemos al aire libre. Más aún, con las actuales circunstancias.

Todavía en un contexto de pandemia, muchos salieron de la cuarentena percatándose de diversas irritaciones en la piel, especialmente en la de las manos. Si bien esto, en algunos casos, obedecía a una dermatitis fruto del exceso de limpieza al disponer de mayor tiempo en casa, en otros, y en función de la tipología del hogar y su acceso al exterior, se debió tanto a las pocas como demasiadas horas de sol. Para revertir las consecuencias, existen productos como el Serum —en tiendas especializadas como Segle Clinical, basada en ingredientes naturales— que pueden ser de gran utilidad. Pero, ¿cómo exactamente podemos detectar lo que necesita nuestra piel?

Cómo detectar lo que necesita la piel

Nuestro cuerpo es una máquina que, pese a la aparente perfección de sus engranajes, requiere siempre de mantenimiento y supervisión. Para ello, uno de los autodiagnósticos más sencillos es comprobar la apariencia de la piel. Si vemos que ésta luce de un modo distinto al que presenta de costumbre, será necesario buscar opinión profesional y saber cómo tratarla. Asimismo, y con ayuda de un dermatólogo, es recomendable que sepamos cuál es nuestro tipo de piel, dado que cada una de sus tipologías requiere de un tratamiento u otro. En ese sentido, diferenciando la piel normal de la mixta, así como la piel grasa de la seca y conociendo también las necesidades de la piel atópica.

En otro punto, y lejos de condiciones genéticas y hormonales, así como patológicas, es preciso saber que tanto nuestro estilo de vida como el entorno afectan a nuestra piel. De este modo, y así como los malos hábitos como el consumo de tabaco o alcohol pueden envejecer la piel, el clima y el ambiente donde vivimos también repercuten en su estado. Ligando con este último punto, la piel ha sufrido bastante a lo largo de la pandemia. Encontrando las primeras causas tanto en una larga exposición al sistema de calefacción del hogar, su debilitación por pasar menos tiempo en el exterior o el uso excesivo de gel hidroalcohólico y jabón con motivo de desinfección.

¿Es posible reparar nuestra piel sin dañarla?

Desafortunadamente, a costa de ajustarse a los cánones de belleza, algunos productos dermatológicos para rejuvenecer la piel pueden tener efectos adversos sobre la misma. Algo que puede acabar por alterar su estado tanto a largo como a corto plazo, según el tipo de piel, con síntomas como irritación, enrojecimiento o ardor. En estos casos, y lejos de seguir aplicando los mismos productos para contrarrestar dichos efectos, existe una opción mucho más sana: decantarse por productos naturales. De este modo, podremos evitar que algún ingrediente agresivo, pese a la aceptación en el mercado de su uso, comprometa el equilibrio y, por lo tanto, la salud de nuestra piel.

Una de las opciones que ha tomado más fuerza es el uso de productos basados en biotecnología verde y azul, en los que se ha especializado la antes mencionada tienda online Segle Clincal. Principalmente, debido a que sus sérums, encontrando incluso una Crema contorno ojos con serum, buscan ingredientes procedentes de las plantas y del mar. Un recurso que tiene como objetivo aumentar la eficiencia de estos productos, dado que la concentración de sus activos es mayor y, a la par, consiguiendo sérums con textura ligera y mayor capacidad de absorción. En conjunto, obteniendo un producto increíblemente eficaz y, sobre todo, sano para nuestra piel.

Una solución que, además, es sostenible

Asimismo, otro de los motivos por el que la biotecnología cosmética ha ganado terreno en su campo es su sostenibilidad. Dado que los ingredientes no necesitan de grandes recursos para obtenerse —no son necesarias grandes extensiones de cultivo ni un gran consumo de agua, entre otros—, reducen la huella de carbono de forma significativa. Además, el uso de organismos vivos como plantas, microorganismos o animales —aquí, recordando que Segle Clinical dispone de opciones veganas para evitar esta materia prima— permite recoger de éstos aquellos componentes que los hacen resistentes a su entorno y, por tanto, de gran interés para la reparación y el cuidado de nuestra piel.

Si echamos un vistazo a los utilizados por tiendas como Segle Clincal, veremos que sus ingredientes provienen fundamentalmente del árbol de argán y otras plantas como la nicotiana benthamiana. Añadiendo también microalgas como la chlorella emersonii, extraída en este caso de los Pirineos, o la conocida spirulina máxima, cuyos beneficios son de gran interés para la ciencia. Todo, en combinación con ingredientes avalados científicamente de modo que no causen ningún daño en nuestra piel que, en sinergia con la fórmula de Serge Clincal, da de fruto productos multiacción para cada tipo de piel por el bien de la preservación de su equilibrio.

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