24/07/2019 - 10:33
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El planchado de senos, es el nombre dado a la práctica de pasar un objeto caliente sobre los pechos de una menor. La intención: retrasar el crecimiento de los senos para no resultar atractivas a los hombres.
Mutilación femenina
Esta es una práctica originaria de África Occidental. Sin embargo, se ha extendido a algunos países europeos de la mano de algunas familias llegadas de esa zona.
Tal es la preocupación que el Sindicato Nacional de Educadores de Reino Unido está pidiendo clases de concienciación sobre el tema. El objetivo se basa en proteger a las niñas del abuso.
De acuerdo una investigación, el 50% de las niñas cuyos senos se empezaron a desarrollar antes de los nueve años fueron víctimas de esta práctica.
Evitar la atención masculina
Son múltiples las violencias que sufren las mujeres a lo largo de su vida. Matrimonios precoces, violaciones, mutilación genital, explotación sexual... Los asesinatos quizá sean el tipo de violencia más mediático, las violencias más denunciadas. Pero no las únicas. Uno de los maltratos invisibles es el planchado de senos.
Las Naciones Unidas ha calificado esta práctica como una de las cinco violencias contra la mujer menos documentadas del mundo.
El planchado de senos es un asunto tabú que se realiza en secreto en el hogar
La razón de esta tortura es lograr que los pechos de las niñas no llamen la atención para evitar que los hombres se sientan atraídos. Además, retrasaría al máximo el inicio de su vida sexual, supuestamente prevendría el acoso y los embarazos no deseados.
En la mayor parte de casos, el planchado lo realizan las madres (también pueden hacerlo las abuelas). Los objetos más utilizados para ello son piedras, espátulas, palos de escobas o similares, e incluso cinturones para atar alrededor del pecho.
Problemas físicos y psicológicos
Los primeros problemas derivados de esta práctica son físicos. Incluyen dolor, quistes, abscesos, cicatrices, daño permanente en los conductos de la leche, infecciones, fiebre severa, dolor intenso, quemaduras, deformación, reducción o agrandamiento del tamaño de los senos, caída prematura, e incluso la desaparición completa de uno o ambos.
Desde el punto de vista psicológico, se producen sentimientos de baja autoestima y la creencia entre las menores de que no deberían tener senos.
Testimonios
La periodista de la BBC, Amber Haque, recogió los testimonios de varias víctimas. Uno de ellos es el de Kinaya -no es su nombre verdadero- una joven que vive en Reino Unido a quien su madre le aplicó este método cuando tenía 10 años.
"No te acostumbras" "No me dejaban quejarme, pero dolía mucho", recuerda. Un día, mientras le aplicaba el procedimiento, su madre le dijo: "Si no lo hago, los hombres van a comenzar a acecharte para tener sexo contigo", explica.
El planchado de senos puede durar meses. "Pero por más que lo haga, nunca te acostumbras a ese dolor", asegura Kinaya. "Como decía: no nos permitían llorar. Si lo hacías, entonces te decían que ibas a traer la vergüenza a tu familia. Que no eras una mujer fuerte", asegura.
"De inmediato dije que ninguna de mis hijas iba a pasar por eso. Yo todavía estoy viviendo el trauma de aquella vez", dijo Kinaya a la periodista de la BBC. Entonces, Kinaya tomó una decisión: se mudó lejos de su familia porque existía el riesgo de que la abuela, sin el consentimiento de la madre, le aplicara el planchado de senos a sus nietas.
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