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Extrema (Brasil), 18 mar (EFE).- Plantar árboles para "conservar" los ríos es una de las claves del "Proyecto Conservador de Aguas", una iniciativa pionera en Brasil que ofrece ayuda a los agricultores que contribuyen a la preservación del medio ambiente en sus propiedades.
Extrema, ciudad del estado de Minas Gerais (sureste), alberga desde hace casi 12 años este proyecto, uno de los más importantes de preservación hídrica de Brasil, país que a partir de este lunes y hasta el 23 de marzo recibirá el Foro Mundial del Agua, ya que ha permitido la plantación de unos 1,5 millones de árboles en un área de 1.000 hectáreas y preservar cerca de 700 nacientes de ríos.
En esta localidad de poco más de 33.000 habitantes, Rubens Carbone, uno de los productores beneficiados por el "Conservador de Aguas", realiza plantaciones en las laderas de las colinas y las nacientes de los ríos, áreas frágiles desde el punto de vista ambiental que reciben atención especial del Código Brasileño del Bosque.
"Aquí en la región había, en la época de sequía, nacientes (de ríos) que se secaban. Hoy ya no se secan más. A veces se reduce el agua en cierta cantidad, pero ya no se secan más", celebra.
En su propiedad, el agricultor siembra brotes de especies nativas del Bosque Atlántico, un bioma brasileño intensamente explotado y del que actualmente tan solo resta el 12,5 % de su cobertura original, según datos de la Fundación SOS Mata Atlántica.
Rubens, al igual que otros agricultores, recibe 262 reales (unos 80 dólares) por hectárea en el marco del proyecto "Conservador de Aguas", desarrollado por la alcaldía de Extrema y pionero en el pago por servicios ambientales en Brasil.
Rossini Ferreira Matos Sena, especialista en recursos hídricos da Agencia Nacional de Aguas (ANA), órgano regulador del sector en el país, explica que la iniciativa fue creada porque era difícil mejorar la calidad y cantidad del agua ciñiéndose tan solo a la legislación.
"El productor rural no respondía a la altura de la expectativas. Entonces era multado, no podía pagar y respondía por delitos ambientales que no provocaban una mejora en la recuperación de las áreas que ayudan a la producción de agua",explica Rossini.
Desde su implantación, en 2007, el proyecto ha ofrecido resultados concretos, según explicó el secretario de Medio Ambiente de Extrema, Paulo Henrique Pereira, en declaraciones a Efe.
"El Conservador de las Aguas permitió la plantación de cerca de 1,5 millones de árboles en un área de más de 1.000 hectáreas, preservando más de 700 nacientes y garantizando el abastecimiento durante la crisis hídrica que golpeó la región entre 2014 y 2015", cuenta Pereira.
Brasil expondrá esta iniciativa como ejemplo en el Foro Mundial del Agua, que por primera vez tendrá lugar en el hemisferio sur, concretamente en la capital brasileña, Brasilia, a donde acudirán 45.000 participantes durante seis días, según la organización.
Conservador de Aguas "es fundamental para demostrar al mundo, lo que la sociedad brasileña está haciendo para buscar la mejoraría de la calidad y de la cantidad del agua para ofertar a la sociedad", concluyó Rossini.
El objetivo del proyecto, que en 2016 plantó 284.326 árboles en Extrema, es restaurar 1,2 millones de hectáreas de áreas de bosque, lo que equivale al 10 % de la meta que Brasil se comprometió a restaurar en la Conferencia del Clima en París.
El éxito del programa fue reconocido en 2013 por la ONU, que concedió al "Conservador de Aguas" el premio internacional por Mejores Prácticas para la Mejora de las Condiciones de Vida.
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