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El informe De la pobreza al castigo de las organizaciones Penal Reform International y Women Beyond Walls revela un aumento alarmante en el encarcelamiento de mujeres a nivel global. Desde el año 2000, la población femenina en prisión ha crecido un 57 %, superando el aumento del 22 % en la población masculina.
En la actualidad, más de 733.000 mujeres y niñas están encarceladas en todo el mundo, un número que sigue en aumento y refleja una tendencia preocupante.
La pobreza, principal factor detrás del encarcelamiento de mujeres
Uno de los principales factores que explican este aumento es la pobreza. Muchas mujeres son encarceladas por actos relacionados con su supervivencia, como el robo de alimentos, la mendicidad o trabajos informales.
Sabrina Mahtani, abogada y fundadora de Women Beyond Walls, señala que las leyes tienden a criminalizar a las mujeres por acciones que están vinculadas a su necesidad básica de subsistir. De hecho, el informe destaca una "feminización de la pobreza", ya que las mujeres son más propensas a vivir en condiciones de vulnerabilidad.
Un ejemplo claro de esto se encuentra en Uganda, donde en 2024 el 33 % de los delitos menores cometidos por mujeres fueron robos, la mayoría por mujeres con hijos y en situación de pobreza extrema.
En algunos testimonios, se menciona que mujeres fueron condenadas a prisión por robar leche en polvo para alimentar a sus hijos, mostrando cómo las mujeres en situaciones de pobreza extrema son especialmente criminalizadas por necesidades básicas.
La criminalización de las mujeres por su trabajo, moralidad y aborto
El informe también señala que las mujeres que trabajan en el sector informal, como vendedoras ambulantes o trabajadoras domésticas, son arrestadas y encarceladas con frecuencia.
En países como Kenia, las mujeres que intentan mantener a sus hijos vendiendo productos en la calle son condenadas a prisión. Estos arrestos reflejan cómo las políticas públicas y las leyes castigan a las mujeres por su pobreza, en lugar de brindarles apoyo.
Otro aspecto relevante es la criminalización de las mujeres por su comportamiento relacionado con la moral. El informe menciona varios casos de mujeres arrestadas por llevar “vestimenta indecente” o por comportamientos que no se ajustan a las expectativas sociales de género.
El informe también aborda la criminalización del aborto. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la despenalización del aborto, en 15 países sigue siendo ilegal en todas las circunstancias.
En lugares como El Salvador, las mujeres pueden ser condenadas a largas penas de prisión por interrumpir su embarazo, lo que contribuye a tasas más altas de mortalidad materna, especialmente en países como Haití y Honduras, donde el aborto está prohibido.
Llamado a la política para defender los derechos humanos
El informe alerta sobre el impacto de las políticas de extrema derecha en los derechos de las mujeres. Estas políticas han contribuido al aumento de la criminalización de las mujeres, especialmente en lo relacionado con el aborto y los derechos reproductivos.
Las organizaciones instan a los países y a las Naciones Unidas a adoptar medidas urgentes para reducir el encarcelamiento de mujeres antes de 2030.
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