Emanciparse con discapacidad intelectual: un desafío que afecta al 70 % de las personas

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07/04/2025 - 11:44
Dos personas emancipadas

Lectura fácil

En España hay unas 300.000 personas con discapacidad intelectual que, para poder tener una vida independiente y emanciparse, requieren de apoyos personalizados para la realización de sus actividades de la vida diaria.

Según el estudio "Construyendo hogares: el acceso a la vivienda de las personas con discapacidad intelectual", realizado y presentado por la Fundación PwC y la Fundación Álex Rivera, estas personas no acceden a una vivienda tan fácilmente como desearían. De hecho, casi el 70 % sigue viviendo con su familia a pesar de que casi la mitad de ellos -el 45,5 %- desearía emanciparse, y solo el 5,4 % vive en su propia casa.

Entre los obstáculos que complica su independencia, los económicos -pues apenas el 22 % de ellos tiene un trabajo remunerado y los que lo tienen ganan muy poco- o personales, como la falta de autonomía y la escasez de recursos. De hecho, los que no trabajan, apenas reciben ayudas, pues solo el 37 % recibe ayudas económicas, y de una media de 413 euros al mes, principalmente prestación por hijo a cargo, pensión por orfandad o la ley de dependencia, entre otros.

Las dificultades de emanciparse con discapacidad intelectual

Lograr la independencia es un objetivo importante en la vida adulta, pero para las personas con discapacidad intelectual este proceso es mucho más complejo. Según los datos, 7 de cada 10 personas con discapacidad intelectual continúan viviendo con sus familias debido a la falta de recursos y apoyos adecuados.

El acceso a una vivienda adaptada, la dificultad para encontrar empleo y la escasez de servicios de asistencia son solo algunos de los factores que dificultan emanciparse a este colectivo. A pesar de los avances en inclusión, aún queda mucho por hacer para garantizar que estas personas puedan vivir de manera autónoma.

Las principales barreras para emanciparse

Las personas con discapacidad intelectual enfrentan múltiples obstáculos cuando intentan emanciparse. Uno de los principales problemas es el acceso a una vivienda adecuada. Existen pocas opciones de alquiler accesibles, y muchas familias no cuentan con recursos suficientes para costear residencias o pisos supervisados.

Otro reto importante es la inserción laboral. Aunque hay iniciativas para fomentar el empleo de personas con discapacidad, la tasa de desempleo en este grupo sigue siendo alta. Sin un empleo estable y con ingresos suficientes, la posibilidad de costear una vida independiente se reduce considerablemente.

Además, la falta de apoyos personalizados hace que muchas familias prefieran que sus hijos puedan emanciparse sin servicios adecuados, la vida autónoma puede convertirse en un reto difícil de asumir, tanto para la persona con discapacidad como para su entorno.

Soluciones y alternativas para una vida independiente

A pesar de estas dificultades, existen iniciativas que buscan facilitar la emancipación de las personas con discapacidad intelectual. Los pisos tutelados, por ejemplo, son una opción que permite a estas personas vivir de manera independiente con apoyo profesional. En estos espacios, reciben ayuda en tareas diarias como la gestión del dinero, la alimentación y la organización del hogar.

También es clave fomentar la educación en autonomía desde edades tempranas. Programas de formación para la vida independiente pueden mejorar la confianza y las habilidades de las personas con discapacidad intelectual, preparándolas para asumir su independencia en el futuro.

Por último, el impulso de políticas públicas que garanticen el acceso a la vivienda y el empleo para este colectivo es fundamental. Sin un compromiso real por parte de las administraciones, la situación seguirá siendo un reto difícil de superar.

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