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114 millones de personas más cayeron en la extrema pobreza durante 2020, según apunta el último informe de Naciones Unidas, titulado World Economic Situation and Prospects as of mid-2021.
114 millones de personas más en extrema pobreza
La pandemia de Covid-19 ha afectado directamente a las economía global, pero ha incidido más si cabe en que la mayoría de países de lo que se conoce como Sur Global, con diferencias y distintos ritmos, lo van a tener muy complicado para salir de la miseria y de la crisis sanitaria.
Mientras tanto, los países más desarrollados están adquiriendo más vacunas que las que necesitan para verle el fin a la pandemia, con cuidado de las nuevas variantes. China, por su parte, que tiene aspiraciones de convertirse en la primera economía mundial, lleva meses con la pandemia controlada.
Los expertos consideran que la Covid-19 no dejará un mundo a dos velocidades, sino a varias, y con amplias diferencias entre las distintas clases sociales de cada país. Los más ricos lo seguirán siendo y apenas notarán el estancamiento o la caída de los más pobres.
El PIB global sube un 5 %
En un mundo globalizado, la justicia social no circula tan rápido como los capitales. Podría pensarse que se trata de una situación temporal y que, en cuanto la economía se recupere, se volverá a la normalidad. Pero no será así porque la recuperación es asimétrica y porque un ascenso del Producto Interior Bruto (PIB) no implica necesariamente una mejora de las condiciones de vida de las capas sociales más vulnerables.
Se estima que el PIB global crezca un 5,4 % durante 2021 y un 4,1 % durante 2022. Al parecer, subirá en casi todas las naciones, pero con diferencias. Las economías desarrolladas aumentarán su PIB un 5 % este año tras una pérdida del mismo 5 % durante 2020.
Por su parte, las economías "en transición", según la terminología de la ONU –sudeste europeo, Georgia y Rusia– lo aumentarán un 3,3 % frente al 3,6 % africano y el 4,3 % latinoamericano. China despunta con un 8,2 %, habida cuenta de la rápida recuperación tras sufrir el primer golpe del coronavirus, e India un 7,5 % para, en 2022, colocarse a la cabeza del crecimiento del PIB mundial con un espectacular 10,1 %.
No será una recuperación completa ni justa
La economía en B no consta en los informes del Producto Interior Bruto, pero sí es el sustento para muchas familias en muchos países. Estos ingresos informales han sido arrasados durante la pandemia y no se recuperarán en el corto plazo. Esto castiga, principalmente, a las mujeres, que son las que protagonizan estas labores en muchos países de medios y bajos ingresos.
Asimismo, el consumo, que es uno de los indicadores macroeconómicos del relativo bienestar de una población, puede no despuntar hasta 2022 en los países más perjudicados. En el este asiático, muy dependiente de un turismo internacional bajo mínimos, este ámbito "permanecerá deprimido por las pobres condiciones del mercado de trabajo", ha apuntado el informe de Naciones Unidas.
Por su parte, en India, que ha sufrido la peor segunda ola del planeta y un colapso sanitario sin precedentes, muchas de las familias que han caído en la extrema pobreza permanecerán en estas condiciones precarias, mostrando un ejemplo extremo de la disociación entre PIB y bienestar.
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