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Según el informe El paisaje del abandono: la pobreza severa en España, de la Red Europea contra la Pobreza, 4,3 millones de personas están en situación de pobreza severa en España este año, en el marco de la pandemia de coronavirus y la crisis social y económica que arrastra.
Las 'colas del hambre', una estampa de pobreza severa
El 40 % de ellas de estas personas tiene menos de 30 años y solo el 16 % recibe alguna ayuda pública. Estas cifras reflejan la crudeza de la pobreza y la exclusión, un escenario que tardará años tras la pandemia en presentar una mejora significativa.
La Covid-19 deja a su paso un problema aún más grave: el aumento de la marginalidad social. Esta situación ha provocado que las organizaciones que proporcionan comida a las personas más vulnerables se postulen como un recurso fundamental para miles de familias.
Desde hace varios meses, los bancos de alimentos están totalmente desbordados y cuentan con largas colas de ciudadanos que precisan de ayuda alimentaria, también conocidas como 'las colas del hambre'. Es más, solo en los tres primeros meses de la pandemia el Banco de Alimentos entregó más de 342.644 kilos de productos de primera necesidad.
Fundación Madrina ayuda a comer a 350 familias al día
Las ‘colas del hambre' se están viendo un muchas ciudades y en muchas organizaciones. Una de ellas es la Fundación Madrina, que auxilia a madres y familias en situación de pobreza en la Cañada Real de Madrid. Conrado Giménez, presidente de la Fundación, ha informado que antes de la pandemia atendían a unas “400 familias al mes”, derivadas de servicios sociales, mientras que ahora ese número ha subido a “350 al día”.
Muchas de las personas que se ponen en las colas son familias con varios niños y una situación crítica. Giménez indica que “Al principio de la crisis sanitaria venía gente de economías domésticas de un día” y valora el esfuerzo que hicieron miles de ciudadanos aguantando hasta septiembre con sus ahorros. No obstante, advierte de que los ahorros de esas familias “ya se han acabado y estas se han quedado casi en situación de calle por los impagos de alquileres”.
Por ello, la situación es aún peor para las mujeres embarazadas, que se encuentran con la imposibilidad de acceder a un inmueble por su condición y no pueden pagar un alquiler. Giménez denomina a esto una “pinza maléfica”. “Por una parte se está destruyendo empleo, mientras que por la otra no hay ayudas”, lamenta. Ejemplifica la situación con la ayuda al alquiler anunciada hace meses por el Gobierno, que “sigue sin aparecer”. Lo mismo con las prestaciones a las empleadas domésticas, apuntan desde la Fundación Madrina.
Las 'colas del hambre' han aumentado un 50 % entre julio y agosto
Asimismo, el informe IMV de la Fundación apunta a que las colas aumentaron en un 50 % solo entre julio y agosto, un alto porcentaje en el que ha influido significativamente la tramitación del ingreso mínimo vital. A la difícil situación económica se le suma la suspensión cautelar de otras ayudas y prestaciones por hijos para los trámites de este ingreso, lo que, unido a las complicaciones administrativas, aumenta la vulnerabilidad de miles de ciudadanos.
La Fundación Madrina ha calificado el escenario actual de "ingeniería social creada en 'despachos calientes'" y pone nombre a esas prestaciones anunciadas que no terminan de llegar: "ayudas fantasmas". "Más del 50 % de la población vulnerable 'nueva pobreza' no recibirá las ayudas sociales prometidas por el IMV", ha señalado en un comunicado.
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