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La industria manufacturera mostró signos de recuperación en septiembre tras un verano de estancamiento, impulsada por el aumento de pedidos, producción y empleo. Según el Índice PMI, que subió de 50,5 a 53 puntos, la competencia también provocó una disminución en los precios cobrados a los clientes. S&P destaca que tanto la producción como los nuevos pedidos crecieron notablemente, con los mejores resultados desde mayo.
La industria manufacturera recuperó cifras en el mes de septiembre
En septiembre, la industria manufacturera mostró una clara recuperación tras un verano estancado. Aumentaron los pedidos, la producción, el empleo, y por primera vez desde abril, los precios finales disminuyeron debido a la creciente competencia, según el Índice PMI, que subió de 50,5 a 53 puntos, señal de crecimiento.
S&P informó que este repunte refleja un sólido aumento en la producción y los nuevos pedidos, con los mejores ritmos de expansión desde mayo. Las empresas atribuyen este impulso a una mayor demanda y campañas exitosas. También se observó un incremento de los pedidos de exportación, que han crecido durante siete meses consecutivos.
Al mismo tiempo, las compañías aumentaron la compra al mayor ritmo en cuatro meses, lo que resultó en la mayor acumulación de inventarios en más de dos años.
Los últimos datos reflejan un cambio notable en el sector manufacturero, sorprendiendo a los analistas, ya que los meses previos mostraban claros signos de estancamiento, según Jonas Feldhusen, economista del Hamburg Commercial Bank.
Mayor empleo, producción y confianza empresarial
El incremento en la actividad también ha impulsado la creación de empleo en el sector, lo que augura un buen septiembre para el mercado laboral, a la espera de los datos oficiales de afiliación a la Seguridad Social.
Además, la confianza empresarial ha mejorado considerablemente. Tras haber caído en agosto, las expectativas han repuntado gracias a lanzamientos de nuevos productos y una mayor esperanza en la estabilidad política.
Este optimismo, unido al crecimiento en la producción, ha llevado a las empresas españolas a reforzar sus plantillas, lo que muestra una perspectiva más positiva para los próximos meses.
Una competencia que llevó a la reducción de precios
La fuerte competencia entre las empresas llevó a una reducción de precios en septiembre, la primera desde abril, a pesar de que los costos de insumos volvieron a subir ligeramente. Según los analistas, la notable caída en los precios, la más pronunciada desde diciembre de 2023, se atribuye también al exceso de inventarios acumulados en los almacenes.
De cara al futuro, se espera un aumento en la producción durante los próximos doce meses, impulsado por una mejora en la demanda, la estabilidad geopolítica y nuevos lanzamientos de productos. Esto posiciona a España como una excepción optimista en comparación con el resto de Europa, donde predomina el pesimismo.
El sector manufacturero español ha sorprendido al crecer en septiembre, con un Índice PMI de 53,0 puntos, cuando la tendencia previa sugería estancamiento. Mientras el sentimiento en países como Alemania y Francia sigue siendo débil, el aumento de pedidos en España parece venir principalmente de la demanda del Reino Unido.
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