Los comedores andaluces apuestan por los productos ecológicos

Una buena alimentación es sinónimo de salud. Con la intención de dar una comida sana y respetuosa con el medio ambiente a los escolares, los comedores públicos de las escuelas de Andalucía servirán este curso escolar cerca de 4 millones de kilos de productos ecológicos, fruto de la colaboración de las consejerías de Educación y Deporte y de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

Actualmente, en 1.405 centros educativos de la comunidad se sirven platos que contienen productos ecológicos entre sus ingredientes, los cuales son consumidos cada día por 78.652 niños y niñas. Entre los alimentos ecológicos más habituales servidos en los comedores están el tomate, las frutas, el pan, las patatas, otras hortalizas, legumbres y arroz. Casi el 95 % por ciento de los alimentos son suministrados por proveedores ecológicos andaluces, que alcanzan un total de 65.

La Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía trabaja de forma directa con las empresas de restauración colectiva para asesorarles en la toma de decisiones en la compra de alimentos ecológicos. En el marco de este Protocolo general, la Junta pretende realizar también otras actuaciones como acciones divulgativas hacia las empresas de restauración colectiva, iniciativas conjuntas de difusión de los hábitos alimentarios saludables y los alimentos ecológicos en los comedores escolares y las familias, asesoramiento en producción ecológica o apoyo y fomento para la obtención de la certificación ecológica de las empresas dedicadas a esta actividad.

Ventajas de consumir productos ecológicos

Los productos ecológicos no conllevan el empleo de productos químicos, pesticidas o fertilizantes para su cultivo, conservación o incluso para acelerar su crecimiento. Cualquier producto puede ser considerado ecológico si cumple con los requisitos que se exigen para tal certificación. Los más comunes son las verduras, las hortalizas, el pan, las frutas, las carnes e incluso los vinos.

Oxfam Intermón destaca varios beneficios de estos productos:

• Mayores valores nutricionales: los productos ecológicos tienen mayor valor nutritivo que aquellos producidos con químicos o aditivos. Estas sustancias reducen notablemente las cualidades naturales de los productos y disminuyen su calidad.

• Más mano de obra: el proceso de elaboración de un alimento ecológico es mucho más lento que el de uno tradicional. Los ciclos naturales no se alteran, lo cual implica mayor mano de obra. Si bien esto se nota en el precio de un alimento ecológico, ligeramente superior al del resto de alimentos, estos procesos contribuyen al desarrollo de las regiones y los entornos donde se producen.

• Evita la contaminación de los entornos: al prescindir de químicos y fertilizantes, las compañías y los productores ecológicos no contaminan los entornos en los que operan. Al contrario, todas las etapas de su cadena productiva se caracterizan por preservar y cuidar el medioambiente.

• Mayor respeto por los animales: los productos ecológicos no sólo influyen en el desarrollo social, sino también en la preservación de las especies animales. El mejor ejemplo de ello está en la ganadería ecológica, en la que tampoco se recurre a químicos o conservantes para alimentar a los animales. Todo el proceso es natural.

• Fomentan el desarrollo sostenible: la alimentación ecológica forma parte de un nuevo modelo de consumo y producción en el que el cuidado del medioambiente sigue siendo una prioridad y se crea conciencia entre los consumidores de su importancia.

Consumir productos ecológicos es una apuesta por la salud y por el medio ambiente. Los productos de temporada y proximidad ayudan a reducir la huella ecológica y es una forma de comprometerse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados en la Agenda 2030 de la ONU.