Productos de proximidad: ¿Qué son? ¿qué ventajas y beneficios tiene consumirlos?

Los productos de proximidad, también conocidos como productos de km 0 están cada vez más al día. Este tipo de consumo es bueno para el agricultor e incluso para el consumidor final.

Decantarse por esta forma de consumo supone incentivar la economía circular y el consumo responsable, y asimismo comprometerse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados en la Agenda 2030 de la ONU.

El caso es que muchos no sabemos qué son dichos productos o cuales son las características que engloba. Por eso hoy te explicamos un poco más sobre este tipo de consumo.

Productos de proximidad: ¿Qué son?

Son aquellos productos de temporada, y aquellos que han sido cultivados o producidos cerca de donde los hemos comprado. Por ejemplo, las frutas y verduras, por norma general, son de la región y son de temporada, es decir, que no se cultivan en invernaderos a lo largo del año.

Su proximidad es lo que les otorga el nombre de productos de kilómetro 0, pero se refieren a aquellos que se han producido en un entorno aún más próximo. Además, la distancia entre la producción y el consumo es mínima.

En este caso, aunque reciban ese nombre, está claro que no se cumple a rajatabla, pues se acota un radio de menos de 100 kilómetros.

Cabe destacar que los productos de proximidad no tienen que ser ecológicos. A veces proximidad y ecológico son conceptos que se confunden entre sí. Ahora bien, tienen relación, pero eso no establece que todos lo sean.

Un producto ecológico evita los conservantes, los abonos y los pesticidas químicos, y apuesta por las opciones más naturales de producción.

Escoger productos de proximidad nos aporta beneficios inmediatos, pues si nos decantamos por esta opción, conseguiremos una salud mejor y una calidad del productos notable.

En este caso, el tiempo que transcurre desde la recolección hasta el consumo se reduce mucho, es por eso que las propiedades del alimento se mantienen casi intactas.

Si consumimos frutas de proximidad serán frescas y estarán en el momento de maduración óptimo, manteniendo así todas las cualidades organolépticas.

Escogiendo productos de proximidad para nuestra cesta de la compra, puede que no tengamos la certeza de que son más sanos que el resto, pero lo que si es seguro es que obtendremos un mejor control y conocimiento sobre la procedencia del producto.

Productos comprometidos con la sostenibilidad

Los productos de proximidad son mucho más sostenibles, ya que se consumen menos recursos naturales y menos combustible para su transporte.

Esta opción ayuda a reducir la huella ecológica, pues las toneladas de emisiones de CO2 que se lanzan a la atmósfera se ven considerablemente reducidas.

Por otro lado, la reducción de los costes de transporte e intermediarios también contribuyen a garantizar un mejor precio para el consumidor final.

Puede ser que a nivel económico todavía no se cumpla esa bajada del precio, por lo que si la demanda creciese, supondría un incremento de la oferta y así se equilibrarían los precios.

Consumir este tipo de productos no solo tiene beneficios para nuestro bolsillo, sino que también ayuda a la economía más cerca y local, es decir, al territorio en el que cohabitan consumidores y productores.

Los productos de proximidad contribuyen al bienestar personal, y por ende, al bienestar social. Esta forma de consumo es sostenible y resulta ser una ayuda para todos.