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El Gobierno insiste en la necesidad de consolidar los pasos que se vayan dando para la salida de la pandemia por COVID-19.
Miembros del Ejecutivo advirtieron de que “forzar el ritmo nos puede costar muy caro, sobre todo en vidas”, pero también en clave económica si hay que dar marcha atrás por un rebrote.
Así lo trasladó la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior a la Conferencia de Presidentes que se celebró este domingo 10 de mayo y que se centró, principalmente, en la fase 1 de la desescalada en la que se adentra la mayoría de España.
"El estado de alarma es un mecanismo que es necesario para hacer el ejercicio de la restricción de los derechos de los ciudadanos, por eso no es un instrumento caprichoso y no es vocación del Gobierno mantenerlo más allá del tiempo que sea preciso para que todo el trabajo realizado previamente no se tire por tierra", ha explicado.
“No vamos a llegar antes”
La recuperación económica no va a llegar antes si se aceleran las fases de la desescalada porque es “importante que no existan rebrotes y consolidando los pasos que se vayan dando”.
Según el plan aprobado por el Gobierno, la libre movilidad no será total hasta que todas las áreas territoriales alcancen esa última fase de "nueva movilidad", ya que hasta ese momento seguirá estando prohibido desplazarse entre áreas que no haya llegado hasta esa última etapa. Y esa "nueva normalidad" podría no ser efectiva en todas las regiones hasta finales de junio según las previsiones anunciadas por el Gobierno cuando explicó la aplicación de las cuatro fases de desescalada.
Por su parte, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, destacó que los mecanismos de cogobernanza está funcionando y que así se ha mostrado en la reunión de la Conferencia de Presidentes. Además, subrayó que ahora más que nunca "la prudencia va a ser la guía de actuación en la desescalada".
"Toda prudencia va a ser poca para no malograr todo lo que hasta ahora hemos conseguido"
Montero aseguró que el Ejecutivo entiende la “cierta decepción” que puede darse en la ciudadanía por continuar en la fase 0 pero apeló a no llevar a “engaños” porque “lo realmente grave sería alejarse del criterio sanitario y dejarse llevar por consideraciones políticas o de cualquier otra índole”.
“Correr más de lo que podemos nos puede devolver la casilla de salida y no nos lo podemos permitir tras el esfuerzo ingente” realizado, afirmó.
Sobre esta cuestión, Illa indicó que "no se plantea revisar ningún informe" para pasar a la fase 1 porque "se analizan y elaboran con la máxima pulcritud en base a las peticiones trasladadas por las comunidades autónomas".
El Ejecutivo reiteró que el estado de alarma es el instrumento que consideran “más eficaz y garantista” para controlar la epidemia mientras conlleve a la restricción de movimientos. Así, la ministra Montero recalcó que no estaba en su proyecto político ni es un “instrumento caprichoso” y que se mantendrá “el tiempo preciso” para que no se echen por tierra todos los esfuerzos.
Nuevas prórrogas del estado de alarma
En todo caso, han recordado que los decretos de alarma que se vayan aprobado "no tienen que ser iguales", sino que se pueden ir incluyendo nuevos elementos, como la cogobernanza que se ha introducido en el último.
"Ahora las personas pueden salir de manera ordenada pero requiere todavía tener esta herramienta legal plenamente constitucional y más garantista que cualquiera de las leyes ordinarias", han insistido.
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