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El Parlamento Europeo ya permite al juez Pablo Llarena reactivar la Euroorden de detención del expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, así como de los exconsellers de su mandato Clara Ponsatí y Toni Comín.
Esta vez, Carles Puigdemont sí será juzgado
Los tres seguirán siendo eurodiputados. La decisión de los 400 votos a favor (frente a los 248 en contra y las 45 abstenciones, cifras muy parecidas en el caso de los exconsellers) implica que la cámara levante su inmunidad parlamentaria y un juez los pueda sentar como acusados sin el permiso del hemiciclo.
La Comisión de Asuntos Jurídicos recomendaba respaldar a la Justicia española, ya que los hechos por los que deben ser juzgados ocurrieron antes de que ocuparan sus escaños como eurodiputados, y la Eurocámara ha respondido en este sentido, sin proteger a Puigdemont y a sus compañeros.
La clave de la votación ha estado en que los socios del Gobierno español de coalición han votado divididos
Unidas Podemos ya había anunciado su postura en contra de que se levantase la inmunidad, al entender que el problema en Cataluña es "político" y rechazar la vía "de la judicialización".
En todo caso, populares, socialistas y liberales han asegurado la mayoría suficiente para que la votación saliera adelante.
La reacción desde el Gobierno ha llegado por parte de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, con un "triple mensaje". En primer lugar, dijo, un eurodiputado "no puede valerse" de sus privilegios "para librarse de comparecer" ante la justicia nacional. Además, añadió que se muestra la "solidez" del Estado de Derecho. Y acabó: "Los problemas de Cataluña se resuelven en España, no se resuelven en Europa". Insistió en la "mano tendida" del Gobierno para abordar el tema "desde el diálogo".
Ha habido menos votos en contra de los previstos; de todas formas, el resultado de la votación del suplicatorio ha sido el esperado. Una decisión, la del Parlamento Europeo, que puede ser recorrida. De esta forma, la Justicia europea escuchará los argumentos del equipo jurídico de los catalanes, que previsiblemente acusarán su "persecución política" y pondrán en cuestión la competencia del Supremo para llevar a cabo el suplicatorio.
¿Y ahora qué?
Con todo, ni Carles Puigdemont, ni Clara Ponsatí, ni Toni Comín pierde su condición de eurodiputados, simplemente sus casos vuelven a estar en manos de la justicia y el debate vuelve a situarse en la euroorden.
Ahora la idea es que la euroorden se reactive de manera automática. Pero, los abogados de los líderes independentistas ya habían anunciado que, de perder la votación, presentarían un recurso ante el Tribunal de Justicia de la UE. Esto retrasará más si cabe el proceso.
De hecho, el juez Pablo Llarena ya ha remitido una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para que se pronuncie sobre el alcance de las posibilidades de emisión de una Orden de Detención Europea. En base a esas respuestas, decidirá si emite o no la euroorden contra los implicados. Lo que pretende el magistrado es que la entrega recaiga sobre el TJUE, y no exclusivamente sobre la Justicia belga.
Hace solo unos meses, la Justicia belga ya denegó la extradición del exconseller catalán Lluís Puig, por lo que sienta un precedente al que se puede agarrar Puigdemont.
El tribunal español pidió levantar la inmunidad de Puigdemont, Ponsatí y Comín hace más de un año, en enero de 2020
Fue entonces cuando los tres políticos de Junts per Cataluña asumieron su escaño en el hemiciclo para llevar el conflicto catalán a Europa y, de paso, blindarse con la inmunidad que les confiere su condición de eurodiputados.
No obstante, la parálisis forzada por la pandemia bloqueó su tramitación hasta el pasado noviembre.
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