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La guerra que Israel inició contra la franja de Gaza está próxima a cumplir un mes, convirtiéndose así en uno de los conflictos bélicos de la zona más largo que se recuerdan. La situación que se presenta es caótica y bastante grave debido al elevado número de víctimas y a los constantes ataques por parte de ambos bandos. La comunidad internacional mira con preocupación al conflicto y solicita un alto al fuego con la boca pequeña.
Para comprender las claves de esta guerra hace falta mucha información y detenerse en matices. Sin embargo, esto no quita que tanto Israel como la propia Palestina se enfrentan a una serie de retos complejos que podrían desembocar en un importante cambio de paradigma dentro del conflicto. Aunque solo existe un Estado con todas las de ganar, el precio que deberá pagar por esa victoria quizá sea mucho más caro de lo que se espera.
5 retos de Israel tras un mes de guerra contra la franja de Gaza
Aunque la fuerza militar israelí tiene una clara ventaja frente a la Palestina y que recibe mucho mayor apoyo por la comunidad internacional general, eso no quita que lo sucedido durante estas semanas, y los conflictos internos que arrastra este país, no hayan traído consigo una serie de retos y nuevas realidades a los que tendrá que enfrentarse, como pueden ser estos:
Apoyo israelí a la campaña militar
Los israelíes respaldan en gran medida la operación militar para debilitar a Hamás en Gaza, debido a la indignación causada por los ataques previos de de este grupo armado, así como al secuestro de rehenes en Gaza. A pesar de lo que ha estado ocurriendo estas semanas en la franja, principalmente por la enorme cifra de pérdida de vidas civiles palestinas, no parece que este apoyo mayoritario vaya a cambiar de momento.
Alto número de muertes palestinas
El conflicto ha resultado en un elevado número de víctimas palestinas, incluyendo un gran porcentaje de niños y mujeres. Las cifras son controvertidas, y tanto el presidente de EE.UU., Joe Biden, como desde Israel, cuestionan las estadísticas proporcionadas por el Ministerio de Salud de Gaza. No obstante, se cree que la cantidad de civiles palestinos fallecidos es significativa, y se ha planteado la posibilidad de que se estén cometiendo crímenes de guerra.
Presión sobre Netanyahu
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se encuentra bajo una enorme presión por su manejo de la situación. No ha asumido la responsabilidad por los errores que llevaron a la vulnerabilidad de las comunidades en la frontera con Gaza tras el ataque de Hamás el 7 de octubre.
Figuras prominentes en el establishment militar y de seguridad de Israel han perdido la confianza en él y piden desmarcarse de la participación en la guerra y su consecuencia. La figura de Netanyahu volvió al poder ya con una brecha entorno a su figura y la guerra con Gaza podría ser la última estocada.
El statu quo destruido
El antiguo statu quo en el conflicto entre Palestina e Israel se ha derrumbado con esta guerra. Este statu quo sostenía una cierta estabilidad y la idea de que los palestinos eran un problema a gestionar más que una amenaza.
Sin embargo, esta situación no conformaba una solución sostenible a largo plazo, muestra de ello es la actual crisis. Netanyahu ha llevado una política muy reacia con respecto a conseguir una paz prolongada con Palestina y esta en cierta medida ha permitido que Hamás se fortalezca en Gaza a expensas de la Autoridad Palestina en Cisjordania.
La necesidad de una solución política
A pesar de los esfuerzos militares y las tensiones, la única manera de poner fin al conflicto es hacerlo a través de la vía política. Esta solución implicaría el establecimiento de un Estado palestino junto al de Israel, pero se ve obstaculizada por la falta de liderazgo en territorio palestino y los prejuicios profundamente arraigados.
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