20/08/2022 - 18:00
Lectura fácil
El ADNa o ADN Ambiental es una técnica barata, no invasiva y más sencilla que se emplea para poder estudiar cualquier forma de vida del planeta. Esta requiere de menos tiempo y trabajo que los métodos que se utilizaban hasta ahora.
De esta forma se puede investigar el medio marino, terrestre o el aire para obtener información sobre el medio ambiente sus especies animales.
Estos son algunos de los lugares en los que investigadores de todo el mundo han encontrado ADN ambiental oculto: playas, vientres de escarabajos, el viento.
El ADN ambiental y los descubrimientos que trae consigo
Leyendo a través de las flores silvestres
Investigadores de Dinamarca arrancaron un ramo de flores silvestres de dos campos de la zona y lo sumergieron en un baño químico para extraer el ADN Ambiental de la superficie.
En una sola flor pudieron encontrar ADN de 25 especies de insectos, arañas y otros artrópodos, en 56 flores, detectaron al menos 135 especies con una gran diversidad, como polillas y abejas, hasta escarabajos depredadores.
Estas muestras dieron lugar a seguir investigando de esta forma para poder obtener una información necesaria sobre los polinizadores más activos de una región o una especie vegetal en concreto.
La arena y sus huellas invisibles
Esta vez, el ADN ambiental se extrajo de la arena blanca de Florida, pues no solo nosotros dejamos nuestra huella al caminar, pues un equipo científico pudo recuperar material genético de las huellas de las aletas que dejaron crías de tortuga boba.
El análisis posterior demostró como este tipo de investigación puede ayudar a controlar las especies y la propagación de enfermedades que se pueden dar entre ellas.
Lo que cuenta el viento
Dos investigadoras de la Universidad de Dinamarca, durante los confinamientos de la pandemia, usaron varios aspiradores para aspirar el aire del zoo de Copenhague.
Los resultados demostraron que el ADN ambiental recogido llegó a detectar 49 especies animales, algunos se encontraban alojados hasta cien metros de distancia. Entre lo detectados se encontraron con aves, reptiles, mamíferos y hasta peces, que servían de alimento a especies depredadoras.
Las olas del mar también describen lo que hay
Otra investigación reciente, del 2021, ha descubierto otra forma de poder tener acceso a los genes del tiburón ballena, y es que acercándose al animal y destapando una botella de plástico reutilizable se obtiene mucha información.
De esta forma se recoge ADNa que determina los haplotipos de tiburones individuales, marcadores genéticos que dan la información de dónde vinieron los ancestros de dichos animales y el parentesco con otras poblaciones.
Los invertebrados dejan mucha información
Pero el ADNa no siempre se deja atrás: algunos bichos recogen de forma natural material genético de los organismos con los que interactúan a lo largo de su vida. Como es el caso de escarabajos peloteros, esponjas marinas, entre otros.
Las especias, el té y otras hojas comestibles hablan de los insectos
Algo que a lo mejor no es de agrado para muchos, es que investigadores alemanes en su estudio sobre el ADN ambiental centrado en sus hogares, dejaron ver como se encuentra esta información de unas 1279 especies animales distintas, como arañas, insectos y otros artrópodos en tés y especias comprados en tiendas comestibles alemanas.
- El Té verde cuenta con la primera posición, pues tiene una media de 449 especies en cada muestra.
- El perejil y la manzanilla y la menta contenían ADNa de 200 especies.
De toda formas, el estudio del ADN ambiental no es definitivo y cuenta con inconvenientes, por eso los expertos, a pesar de defenderlo, instan a usarlo como un complemento en la investigación, ya que las técnicas tradicionales sobre el muestreo del terreno da una información mucho más precisa sobre el medio ambiente y las especies que habitan en él.
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