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Carlos Santos es un periodista de amplio espectro, dirige y presenta en RNE: Entre dos luces. Un espacio radiofónico en antena, desde la temporada 18/19, que puedes escuchar de 3 a 5 en las madrugadas de la radio pública.
Un programa en el que la música es el argumento principal, con una apuesta por la radio de compañía y la palabra que hace faro en el horizonte de la madrugada.
Un lema para estos días: Cada uno en casa, y la radio en la de todos
Este es una adaptación de un viejo refrán que usaban nuestras madres y a buen seguro, muchas más personas de esa generación: “cada uno en su casa y Dios en la de todos”. Es una reivindicación del espacio propio, del espacio de libertar individual, que, en este caso, es nuestro domicilio.
En este momento, la gente está confinada en su casa, y la radio, está en la casa de todos. Se sintoniza para conocer la información de lo que ocurre, en los distintos espacios informativos y esto mismo, es símbolo de una democracia sana. Del mismo modo, la radio, además de informar, entretiene, divulga y acompaña.
¿Cómo se preparó el equipo para trabajar desde casa?
El cambio del estudio de radio a la emisión desde casa ha sido muy artesanal. Todo el equipo ha puesto mucha ilusión y magia para que la radio salga cada madrugada. El COVID-19 entró con fuerza en nuestras vidas, y también, en la plantilla de RNE, un compañero de deportes perdió la vida por el coronavirus. Ante la pandemia un grupo reducido de trabajadores acuden diariamente a Radio Nacional y la gran mayoría están en casa.
En este momento, un recurso disponible son las reposiciones de entrevistas, secciones de colaboradores... Descubrieron que hay muchos medios que permiten hacer radio en directo, por lo que esto de las reposiciones fue solo una cuestión temporal. Los colaboradores crearon de forma urgente su estudio de radio en casa y la música y la palabra en un programa como este, vuelven a tomar vida en las madrugadas de RNE a través de las diversas secciones que tiene el programa, las entrevistas y las músicas, pilar clave en Entre 2 luces.
Carlos Santos lleva 25 años haciendo radio en directo y es la primera vez que se ha visto haciendo un curso intensivo para manejarse con los medios tecnológicos. “He realizado programas en el estudio central, rodeado de medios y de maravillosos técnicos que han solucionado todo tipo de adversidades”.
Ahora todo el equipo edita y monta sus secciones para trasmitir en directo, gracias a estas tecnologías. En su caso, realiza entrevistas con normalidad. Tras diversas pruebas, Skype, ofrece una buena calidad de sonido e incluso las notas de voz de WhatsApp ofrecen también una muy buena solución para la radio.
Para los profesionales de los medios de comunicación, es posible trabajar desde casa. Carlos no puede afirmar que sea una labor sencilla, ya que la edición lleva más tiempo desde allí. “La realidad es que salimos en antena cada madrugada de una forma muy digna”.
“Una vez que nos hemos hecho a la técnica, lo que toma importancia son los contenidos del programa. Llegar a la audiencia cada madrugada, conectar de nuevo con los músicos para presentar sus trabajos en directo. Retomar las entrevistas y dar así importancia a la palabra”.
Desde el confinamiento, ¿qué pasó con la música en directo?
Se hace desde casa, la música en vivo suena cada madrugada en RNE. Incluso piezas que realizan los autores de forma específica para este programa.
“Te voy a contar un par de anécdotas que me han pasado en estas últimas semanas. El maestro Benito Cabrera, una institución en la música popular canaria, le envió un saludo musical en directo. Estaban varios músicos reunidos, cada uno en su casa y fue una experiencia fantástica. Al finalizar el maestro, me dijo que esa misma mañana le había llegado el micrófono por Amazon. Otra noche tuvimos un regalo magnífico, Marina Sorín y Nacho Mastretta. Son dos artistas con un gran conocimiento musical y virtuosismo, prepararon un tema delicioso con una muy buena calidad de sonido”.
¿Qué has descubierto en la radio de noche que no te daba los fines de semana?
“He pasado por todos los tramos horarios, no solo en la radio, también en los medios en general. Me faltaba la noche, es un ámbito esencial para la radio, cobra sus máximos niveles de conexión con el oyente, es cuando más aparece la palabra compañía.A estas horas, la audiencia no necesita una información inmediata, salvo que estén atascados en una carretera llena de nieve, por ejemplo. El mundo se da una tregua entre la media noche y las cinco de la mañana”.
En estos días sale a la luz el alto número d personas que viven solas y para estas personas, la radio es una compañera esencial. Técnicamente, Carlos está en la franja horaria donde hay menos oyentes, de 3 a 5 de la madrugada es el momento valle en la radio española. A pesar de ello, la gente que nos escucha puede llenar estadios de fútbol. Tener la oportunidad de estar con ellos cada noche, justifica toda esa compañía.
Entre dos luces, diversidad de estilo y épocas
Se escucha música de vanguardia de los últimos catorce siglos (entre bromas). Esta diversidad les gusta a los músicos. Ellos tienen curiosidad y ganas de aprender sobre lo que hacen otros y lo que se hacía en otro tiempo.
“Hemos escuchado lo que cantaban las monjas en el Monasterio de las Huelgas, en el Siglo XII hasta discos que aún no están en el mercado”.
Tiempo a la palabra y la música en vivo
“Estamos haciendo un trabajo en un territorio muy importante, el de la música. En la radio generalista estamos viendo que tiene un papel auxiliar, apenas hay programas sobre música en estas cadenas de radio”.
La música es un elemento esencial en la vida de las personas, para nuestro desarrollo y crecimiento personal. Además es un elemento necesario en la interacción entre unos y otros.
La música es tan importante como las matemáticas, no se puede…no se debe vivir sin la música. En el caso de los músicos, por ejemplo, ya no tienen las plataformas que sí hubo en los años 80. Hay quien dice que los programas musicales ya no son rentables, en el caso de Carlos piensa que hay una rentabilidad que no se mide con dinero. “Somos una plataforma para la creación artística, en particular, la música”.
¿Qué pasará cuando termine el confinamiento?
Los músicos son conscientes que uno de los últimos territorios de la convivencia y la vida económica que se abrirá tras la cuarentena será el suyo. Hay artistas que viven de temporadas concretas de trabajo, otros excelentes que están muy mal pagados y saber que los auditorios y salas en general van a estar cerradas durante algunos meses, crea autentico espanto.
El confinamiento lo llevan bien, al ser personas acostumbradas a crear en soledad, preparan, ensayan, estudian… y todo esto en soledad. Lo que se avecina ahora es terrible, saldrán adelante con su propio talento.
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