¿Cuáles son son los métodos para recuperar ecosistemas tras los incendios forestales?

La temporada de incendios en la península ibérica está aumentando debido a las altas temperaturas y las olas de calor que llegan cada año. En el primer tercio del año 2023, se registraron incendios forestales que arrasaron una gran cantidad de hectáreas de bosques y ecosistemas, convirtiéndose en el período de mayor destrucción de los últimos 10 años. Estos incluyen los incendios en Teruel, Castellón y recientemente en La Palma, cerca del Parque Nacional de Caldera de Taburiente.

España es uno de los países de la Unión Europea más afectados por los incendios forestales, y más del 96% de estos incendios son causados ​​por acciones humanas, como negligencias, accidentes y el aumento de las temperaturas debido al cambio climático, según datos de Greenpeace. La recuperación de las zonas afectadas por el fuego puede llevar a cabo de 30 a 50 años, dependiendo de diversos factores.

Cómo recuperar los ecosistemas tras los incendios forestales

Algunos ecosistemas españoles tienen la capacidad de regenerarse por sí mismos tras incendios forestales, a través de un proceso llamado autosucesión. Pero con el aumento alarmante de la destrucción forestal en los últimos años y las condiciones climáticas adversas, la regeneración natural se ve comprometida. Es en estos casos extremos que la intervención humana se vuelve necesaria para ayudar a la naturaleza a recuperarse.

Existen plantas y árboles en España que pueden sobrevivir a los incendios forestales, como la encina, el madroño, la jara y el brezo, gracias a su capacidad para resistir altas temperaturas. Es en estas especies, donde reside la esperanza para devolver a la vida a cientos de ecosistemas perdidos.

Sin embargo, para poder llevar a cabo la restauración de las zonas afectadas por los incendios forestales, antes se deben seguir ciertos pasos:

1. Evaluación de los daños: Se debe realizar un estudio para determinar si se necesita la intervención humana. Esto incluye identificar los daños, las características del terreno y las especies afectadas.
2. Conservación del suelo: Si el suelo está dañado, se debe actuar rápidamente para evitar la erosión y la pérdida de nutrientes. Con el fin de evitar la erosión, se deben realizar barreras de contención ya que el objetivo es impedir que los residuos que arrastran las diferentes precipitaciones lleguen a los espacios habitados.
3. Guiar la autosucesión: La naturaleza suele saber cómo recuperarse, pero es importante evaluar y guiar el crecimiento de nuevas plantas, eliminando las más débiles para permitir que las más fuertes prosperen.
4. Repoblación en casos extremos: En situaciones excepcionales, algunas especies necesitan de la ayuda humana, como es el caso del Pino Salgareño, puesto que no se regenera con éxito después de un incendio. Proyectos como RefoSetas, para la recuperación de los montes calcinados en Zamora tras los incendios forestales del pasado verano, son un ejemplo de cómo el uso de hongos puede conseguir que se regenere la naturaleza. Este proyecto consiste en implantar hongos saprofitos, los cuales, necesitan materia muerta para crecer, utilizando los restos tras el paso del fuego.