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El primer ministro británico, Boris Johnson, retoma esta semana las negociaciones con Bruselas y antes de iniciarlas advierte a la Unión Europea (UE) que la salida del Reino Unido podría ser “dura”, llevando a cabo por tanto, una ruptura brusca en cuanto a la economía y los lazos comerciales y jurídicos a partir del 31 de diciembre.
“Es necesario que concluyamos un acuerdo con nuestros amigos europeos antes del Consejo Europeo del 15 de octubre”, afirma Johnson. “Si no es así, no veo la posibilidad de que haya un acuerdo de libre comercio entre nosotros, y ambos deberemos aceptarlo y pasar a otra cosa”.
Desde Bruselas coordina la negociación Michel Barnier
Tras estas declaraciones desde Downing Street, la tensión es cada vez mayor entre Londres y Bruselas, además de enfriarse cada vez más y alejarse por tanto, las posturas.
Desde Europa coordina la negociación Michel Barnier, quien se muestra “preocupado” por la tensión creada desde Londres. “El gobierno británico sostiene que puede tener al mismo tiempo las ventajas de participar en el mercado interior europeo, pero sin verse sometido a las mismas reglas que son obligatorias para todos los países miembros”, señaló, al tiempo que hizo referencia a las reglas a tener en cuenta en este tránsito para que Reino Unido salga de la UE.
La negociación se puede entorpecer
Antes de que finalice el año, debe haber tiempo para revisar y perfilar los documentos finales, se puedan difundir en todos los idiomas oficiales de la UE, y seguidamente, sea aprobado por los parlamentos nacionales, el Parlamento Europeo y el británico antes de fin de año.
Mientras que Bruselas organiza esta hoja de ruta, se observa como desde Londres, los planes e incluso la intención va tornando para entorpecer la negociación ante la salida de Reino Unido. Una de las últimas maniobras del primer ministro fue centrar su estrategia en Australia.
"Será un buen resultado para el Reino Unido”
“Tendremos entonces un acuerdo comercial con la UE como el que tiene Australia. Y quiero ser absolutamente claro al respecto, como he dicho desde un principio: será un buen resultado para el Reino Unido”. En este camino complejo que atraviesa el Reino Unido, el primer ministro cuenta ya con los servicios del ex primer ministro australiano Tony Abbott como asesor comercial de su Gobierno. Y esta decisión no ha sido bien recibida en el ámbito social y político británico.
A este respecto, El País informó que Australia no tiene ningún acuerdo comercial con la UE. Si existe un “acuerdo de reconocimiento mutuo”, que se limita a aceptar recíprocamente una serie de controles de calidad en sus intercambios para evitar costosos trámites técnicos y administrativos.
Los lazos se enfrían entre Londres y Bruselas
Un comunicado difundido por un portavoz desde Bruselas, la Comisión Europea, indica que, si el primero de enero no se ha llegado a un acuerdo sobre las relaciones futuras “si el Reino Unido sale del mercado interior y de la unión aduanera, la UE está lista para mantener sus relaciones comerciales con el Reino Unido bajo las reglas de la Organización Mundial de Comercio. Esto va a suponer la aplicación de controles y barreras que no existen actualmente por lo que pedimos a los operadores europeos interesados que se preparen para esta eventualidad”.
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