La responsabilidad social corporativa, clave del éxito empresarial en la era de la sostenibilidad

En un mundo cada vez más enfocado en la sostenibilidad, la responsabilidad social corporativa se ha convertido en un factor crucial para el éxito de las empresas. Esto es lo que sostiene el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, una asociación que ha dedicado 20 años a fomentar prácticas responsables en los ámbitos económico, social y medioambiental.

Orencio Vázquez, coordinador del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, define la responsabilidad social corporativa como la gestión de los riesgos e impactos sociales, económicos y medioambientales que resultan de las actividades empresariales. Para lograrlo, las empresas deben implementar procesos de gestión que consideren no solo los aspectos económicos, sino también su efecto en grupos como proveedores, empleados, comunidades locales y el medio ambiente.

Directivas europeas impulsan la responsabilidad social

Una gestión efectiva de riesgos y la implementación de prácticas de economía circular ayudan a las empresas a enfrentar los desafíos del cambio climático y a promover el desarrollo sostenible. En este contexto, la Comisión Europea ha aprobado directivas que exigen a las empresas informar sobre indicadores relacionados con su gestión de riesgos en áreas como corrupción, derechos laborales, derechos humanos, clientes, medio ambiente y fiscalidad.

Además, Vázquez señala que se ha aprobado una nueva directiva que obliga a las empresas a implementar planes de diligencia debida a lo largo de toda su cadena de valor, supervisando impactos y riesgos no solo en sus propias filiales, sino también en sus proveedores. El incumplimiento de esta directiva podría conllevar sanciones que superen el 5 % de la facturación. “Esto representa una verdadera revolución en el debate sobre la responsabilidad social empresarial”, afirma Orencio Vázquez.

Para asegurar que las prácticas empresariales estén alineadas con las políticas públicas medioambientales, el experto recomienda que las empresas sigan los estándares establecidos por la Directiva de Información sobre Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que definen criterios claros sobre los procesos e información requerida. Además, sugiere enfocarse en aspectos estructurales como la fiscalidad responsable, la prevención de la corrupción, el cumplimiento de normas de competencia y la supervisión de proveedores en países con instituciones frágiles.

Acciones concretas recomendadas por la CSRD:

• Emplear materiales con bajo impacto ambiental en productos y procesos.
• Reducir el uso de sustancias peligrosas.
• Optimizar el ahorro de energía y adoptar prácticas sostenibles en la producción.
• Clasificar, cuantificar y evaluar sistemáticamente el impacto ambiental de las acciones utilizando indicadores apropiados.
• Disminuir las emisiones de sustancias nocivas de los productos.
• Mejorar la calidad del aire interior en los entornos donde se utilizan los productos.
• Utilizar materiales seguros y ecológicos en la fabricación de productos.
• Minimizar la exposición a sustancias peligrosas para proteger la salud de los usuarios.
• Implementar criterios de ecodiseño y desarrollar nuevas tecnologías y materiales sostenibles.
• Definir criterios e indicadores ambientales relevantes, claros y objetivos para evaluar el impacto.
• Aplicar al menos el 70 % de los criterios e indicadores propuestos.
• Elaborar propuestas que cumplan con las normativas legales relacionadas con la protección del medio ambiente.
• Optimizar los procesos y justificar la viabilidad de las medidas implementadas.

La importancia de la formación y gobernanza para emprendedores y PYMEs

La transición a un modelo de responsabilidad social presenta dificultades variadas según el sector y la ubicación. Vázquez destaca la importancia de la formación, ya que estos temas son complejos, técnicos y poco familiarizados en las empresas.

Su consejo para emprendedores y pymes es comenzar con un autodiagnóstico, establecer procesos de gobernanza y cultura corporativa, y luego abordar aspectos técnicos con asesoramiento externo. “Lo principal es empezar con gobernanza y cultura, y luego enfocarse en cuestiones técnicas”, concluye.