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En el día postelectoral toca evaluar cuánto de buenos o malos han sido los resultados para las distintas formaciones. Lo que sí está claro es que el PSOE pagó su segunda llamada a las urnas en un año. Porque a pesar de haber ganado las elecciones, las pretensiones de Sánchez se han quedado lejos, ya que no solo no ha logrado un mejor resultado, ha perdido tres escaños. De este modo, el mensaje del electorado es clave y lo manda a negociar su Gobierno con Unidas Podemos.
La suma de PSOE y Unidas Podemos pierde apoyos y necesita al independentismo
Sin embargo, no bastará con el apoyo de la formación morada, pues necesitarás los apoyos o abstenciones de PNV, TE, PRC, CC Y ERC. De nuevo, el PSOE necesitará los votos de los independentistas de Esquerra para seguir en La Moncloa.
El caso es que el PSOE gana las elecciones pero ahora se conforma con 120 escaños tras perder más de 760.000 votos y tres escaños, en una cita en la que Unidas Podemos retrocede siete escaños para quedarse en 35 asientos después de perder 653.960 votos.
Por su parte, en el bloque contrario, Vox se disparó hasta los 52 escaños (28 diputados más) y el PP alcanzó los 88 escaños (22 diputados más). Ciudadanos se hunde tras perder 47 escaños y lograr solo diez diputados.
Como resultados, la fragmentación política crece y complica la aritmética parlamentaria, haciendo aún más difícil la gobernabilidad del país. Será necesario sí que sí una fórmula que depende de Unidas Podemos y del independentismo catalán. Bien por su permiso o por su voto positivo.
Rivera, tocado y hundido, pone su cargo en manos del partido
La formación naranja se desploma y se queda en diez diputados tras perder 47 asientos, equivalentes a unos 2,5 millones de votos. No cabe duda de que es una debacle que coloca a su presidente, Albert Rivera, al borde de su muerte política. De hecho, el político catalán no dimitió ayer pero convocó a su ejecutiva para hoy con el objetivo de abrir un proceso de primarias que elija al nuevo presidente. «Es un mal resultado sin paliativos y sin excusas», admitió.
Sánchez y Casado acortan sus distancias
La repetición de las elecciones ha dado motivos de celebración en el Partido Popular y también en Vox. De hecho, el resultado del partido de Abascal significa el sorpasso a Ciudadanos y la consolidación de una formación siempre cuestionada por su discurso.
De manera que se puede decir que la estrategia de Sánchez fortalece a la derecha y destierra a Ciudadanos al banquillo en el Congreso de los Diputados.
El PP se consolida como líder de la oposición al ganar 646.216 votos. «Este partido cuando alguien intenta sustituirlo siempre resurge a la altura de lo que España necesita», se felicitó su presidente, Pablo Casado, al valorar un resultado electoral que consideró bueno para su partido pero malo para España.
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