10 problemas de salud que que llegan por el uso constante de ropa apretada

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08/06/2023 - 12:31
La ropa apretada en exceso es contraproducente

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Ya sea por estética o porque nos negamos a asumir nuestra talla, la ropa apretada se cuela en muchos armarios. Sin embargo, pueden tener un impacto más nocivo del que a priori podemos imaginarnos, sobre todo en lo referente a nuestra salud. Existen algunas patologías, como la hinchazón abdominal, la inflamación de las venas o incluso cierto tipo de urticarias, que pueden tener su origen en utilizar pantalones muy prietos o ropa interior más pequeña de la que necesitamos.

10 motivos por los que descartar la ropa apretada desde ya

Algunos estudios han ido recopilando los problemas que puede llegar a causarnos el uso continuado de ropa apretada en nuestra salud física diaria. Muchos de ellos te sorprenderán:

Problemas en la piel

El roce constante que genera llevar una prenda estrecha o la presión sobre la misma, acaba generando cierta debilidad en la piel. Esto sumado a otros aspectos como el exceso de calor, la sequedad o demasiado sudor que no consigue salir al exterior por la tela ajustada, puede provocar irritaciones y rojeces en la piel. En casos más extremos incluso inflamaciones que podrían llegar a derivar en infecciones.

Aparición de várices

Las várices son la inflamación de las venas y que suelen ser bastante comunes entre la población. Uno de los factores que favorecen a su aparición es el uso continuado de ropa apretada, porque comprimen las venas favoreciendo a su inflamación. Los peores casos pueden darse en las zonas genitales, cuando utilizamos ropa interior muy apretada generándonos várices más complicadas de tratar.

Dificulta la circulación sanguínea

De la mano de lo comentado en el punto anterior, profundizamos más en las dificultades que provoca la ropa ajustada para la circulación de la sangre. La estrechez presiona los vasos sanguíneos y acaba dificultado el retorno venoso. Esto, a parte de várices, también puede crear otro problema como el exceso de retención de líquidos, así como otros más graves como el conocido síndrome neurológico de las piernas dormidas, detallado por la Universidad de Columbia, en EE.UU.

Cambios hormonales

Aunque suene extraño, podemos llegar a sufrir cambios en nuestro sistema endocrino por llevar ropa apretada en zonas sensibles muy cercana a los ganglios encargados de la liberación de ciertas hormonas. Por ejemplo, sujetadores muy prietos o corbatas, y prendas similares en el cuello, que vayan muy ajustadas, pueden interferir en el normal funcionamiento de estos ganglios como la tiroides.

Problemas digestivos

Es posible que más de una vez hayas sentido dolores en la altura en la que habitualmente llevas los pantalones, ya sea en la zona del ombligo o el vientre bajo. Esto se debe a que cuando pasamos mucho tiempo sentados con una prenda que hace presión sobre estas partes, acaba limitando el movimiento natural de los intestinos. Además de dolores, puede llegar a generarnos estreñimiento, gases, acidez o incluso impactar de forma negativa en nuestra microbiota.

Problemas genitales

Una de las consecuencias más incómodas de llevar ropa apretada es en la que intervienen nuestro genitales. Llevar ropa interior ajustada favorece la sequedad vaginal, la irritación y los cambios del pH, circunstancias que pueden provocar infecciones, candidiasis o incluso problemas de fertilidad, algo que también se ve en los hombres.

Peligrosos cambios en el sistema linfático

La obstrucción de la libre circulación de los vasos sanguíneos y los ganglios linfáticos, incide en nuestra capacidad para eliminar toxinas y ciertos desechos de nuestro metabolismo celular, la forma en la que se regeneran nuestras células. Esto podría llevar a la congestión y el aumento de los ganglios, generando fatigas cronificadas, cansancio, dolores de cabeza o incluso niebla mental.

Efectos en nuestro sistema nervioso central

Aunque suene exagerado, lo cierto es que llevar ropa muy estrecha o apretada puede llevarnos a una sensación de asfixia o más que una sensación, que realmente no estemos respirando con total libertad y el oxígeno llegue en menor cantidad. Esto afecta especialmente en el plano psicológico ya que puede llevarnos a hiperventilar por esa sensación de falta de aire o incluso atravesar por ataques de pánico, alterando nuestro sistema nervioso.

Incide también en el sistema nervioso periférico

La compresión excesiva en zonas como los glúteos o músculos, pueden llegar a afectar a los nervios ubicados en ellos, generando sensaciones de entumecimiento o incluso reducir la sensibilidad de las extremidades.

Músculos, sí, pero también los huesos

La ropa apretada puede reducir nuestra capacidad de movilidad, lo que acaba afectando a nuestras articulaciones. Si su uso es muy prolongado incluso podemos llegar a experimentar deformidades óseas, como los juanetes. Este tipo de efectos requiere de un diagnóstico profesional en su gran mayoría.

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