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La ropa interior destinada a la menstruación es "un producto de higiene menstrual relativamente nuevo que sirve de alternativa a los productos más tradicionales que la gente conoce, como las toallas sanitarias y los tampones", explica la Dra. Jessica Shim, médica de la división de ginecología del Hospital Infantil de Boston e instructora clínica de la Facultad de Medicina de Harvard.
En general, aunque con variaciones, están fabricadas con varias capas de algodón, nylon, lana merina o poliéster, que realizan la función de absorber la sangre y evacuar la humedad para que se sienta la zona seca. Hay algunas marcas que usan tecnología antimicrobiana, para evitar el mal olor y la proliferación de bacterias.
La ropa interior menstrual se ha popularizado en los últimos años por el bajo nivel de residuos que genera y por su reutilización, que ayudan a cuidar el planeta, diciendo adiós a los productos de un solo uso.
La ropa interior menstrual es respetuosa con el planeta
Los productos de higiene menstrual normales pueden contener hasta un 90 % de plástico, y solamente en Estados Unidos se consumen cada año unos 49.000 millones de artículos de un solo uso, según expone la Life Cycle Initiative del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Según Sarah Frank, estudiante de doctorado y profesora de los departamentos de Sociología y Estudios Jurídicos de la Universidad de Wisconsin-Madison, "las marcas de productos menstruales convencionales no están obligadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU a enumerar todos los materiales que contienen sus productos, por lo que saber exactamente lo que entra en contacto con el cuerpo es otra razón de peso para utilizar ropa interior menstrual".
Además, este tipo de productos menstruales son una opción buena para aquellas personas que se sienten incómodas con sus cuerpos durante este período, aquellas que no ven comodidad en los tampones, o las atletas que necesitan productos que no se muevan.
Asimismo, la ropa interior menstrual también es altamente indicada para personas que se ocupan de familiares o personas que cuentan con discapacidad.
Algunas marcas recomiendan el cambio de este producto menstrual cada 12 horas, pero indican que sentir humedad, irritación o pérdidas es señal de que se necesita un cambio urgente.
"Si alguien está sangrando más allá de lo que la ropa interior puede contener, puede valer la pena conseguir un tipo diferente o tener un método adicional como un tampón o una copa menstrual", indica la Dra. Kristyn Brandi, miembro Darney-Landy del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos.
Debemos recordar que cada cuerpo es un mundo, y por tanto, cada periodo igual. Uno de los contras de este producto es que si eres de flujo abundante, puede que no sea muy cómodo ponértelas cuando vas a estar fuera de casa por toda una jornada.
Podemos usarla sola, o con tampones o copas menstruales, y si queremos usarlas para dormir, debemos asegurarnos de que su anchura y largura cubre lo suficiente para recoger la sangre cuando el cuerpo está tumbado.
Demuestra tener influencia en la reducción de cólicos
Una vez que sabemos que cuida del medio ambiente y de otras ventajas, es que, según la Dra Brandi, aunque no hay datos certificados de que alivie síntomas, el hecho de que una mujer no lleve nada insertado durante la menstruación, podría tener una influencia en los cólicos.
Y es que hay mujeres que experimentar espasmos musculares en el suelo pélvico durante el periodo, lo que les lleva a sentir dolor al utilizar productos internos como la copa menstrual o los tampones.
Independientemente de la ropa interior menstrual, los expertos si coinciden en que todas las personas deben de poder acceder y utilizar cualquiera de los productos de higiene durante la menstruación, para que cada uno busque el que mejor se adapta a sus necesidades.
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