Estamos destruyendo nuestra salud y no nos damos cuenta

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08/06/2020 - 07:30
Cuidemos nuestra salud

Lectura fácil

Cada día, poco a poco vamos empeorando nuestra salud y nuestros hábitos. Hemos estado más de dos meses encerrados en casa y no hemos sabido valorar el precio de nuestra libertad. Cuando nos han dejado salir hemos hecho lo imposible y lo siguiente por saltarnos las normas. Es como si todo el esfuerzo que hemos hecho durante todo este tiempo no hubiera valido para nada. ¿De qué maneras estamos destrozando nuestra salud y la de quienes nos rodean?

Seguimos respirando aire contaminado

La contaminación y el poco cuidado que tenemos con el medio ambiente nos trae hasta parajes como este. El actor principal de que nosotros sigamos respirando aire contaminado somos nosotros mismos porque, nosotros somos nuestro peor enemigo. La tasa de contaminación más alta se da en las ciudades, donde la circulación es menos flexible de lo que debería y se producen atascos a la entrada de las ciudades.

¿Qué se supone que deberíamos hacer? Pues es muy sencillo… Apostar de manera más convincente por energías más limpias y por transporte público para realizar los desplazamientos. Así, conseguiremos un mundo mejor. Además, se han sumado varios elementos a nuestra vida cotidiana, las mascarillas. Ayudaríamos al medio ambiente de manera decisiva si no arrojamos nuestras mascarillas al suelo al igual que toda esa basura que estamos dejando en nuestros parques.

Estamos reduciendo la potabilidad de nuestro agua

Las cifras que aparecen en los estudios son claras. Una sola persona requiere de 20 a 50 litros de agua al día tanto para beber como para su higiene personal. El agua está contaminada por desechos domésticos, municipales y médicos, aguas residuales no tratadas, escorrentías agrícolas y descargas industriales, y 80% de las aguas residuales regresa al ecosistema sin ser tratado o reutilizado.

Hay alrededor de dos mil millones de personas con riesgo de contraer enfermedades que no se darían con una higiene y alimentación básicas. Desde la década de 1990, la contaminación del agua ha empeorado en casi todos los ríos de África, Asia y América Latina. Ante la pandemia de COVID-19, la OMS enfatiza que la higiene de manos frecuente y adecuada es una de las formas más importantes para prevenir la infección viral.

El valor nutricional de los alimentos / Alimarket
El valor nutricional de los alimentos / Alimarket

El valor nutricional de nuestros alimentos está en decadencia

Alguien dijo que somos lo que comemos pero… nadie nos ha avisado de que, dentro de poco podríamos ser basura después de ver todo lo que comemos. Las prisas por ir a cualquier lado o por llegar a aquella reunión no deberían ser excusa para consumir “comida basura”. El valor nutricional de nuestros alimentos es una de las bases que debemos mirar cuando vamos a hacer la compra al supermercado ya que, por ley, todos los alimentos deben de estar clasificados de la A a la E, siendo A el valor nutricional más alto y la E el más bajo.

La producción intensiva e industrializada de alimentos ha reducido los costos y ha ampliado la disponibilidad de alimentos altamente procesados y pobres en nutrientes, de modo que 60% de la energía alimentaria se deriva de solo tres cultivos de cereales: arroz, maíz y trigo. Dos mil millones de personas carecen de vitaminas y minerales esenciales para el crecimiento y el desarrollo, como la vitamina A, el hierro y el zinc. Según la OMS, casi una de cada tres personas sufre de desnutrición, y "gran parte de la población mundial se ve afectada por enfermedades relacionadas con la dieta, como enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes y cáncer".

Consumimos sustancias dañinas para el cuerpo

Durante los próximos años debemos fijarnos en la cantidad de estabilizantes y pesticidas hay en nuestros alimentos, ya que, las grandes superficies son las grandes causantes de este problema. Cuanto más cercano es el producto que nos llevamos a la boca más seguros estaremos. El envasado y el procesamiento de alimentos (tratamientos para mejorar el sabor, la apariencia y la duración) también implican riesgos. Una evaluación de 2015 realizada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS clasificó la carne procesada como cancerígena y la relacionó con el cáncer colorrectal.

Nos estamos viendo expuestos a enfermedades como el COVID-19

Hemos estado alrededor de dos meses en aislamiento para contener el virus de COVID-19. Sin embargo, nos hemos olvidado un poco pronto del riesgo a que haya un rebrote y estamos priorizando todo aquello que no hemos hecho en los últimos tres meses. La situación se ve agravada por el cambio climático -que provoca alteraciones en la temperatura, la humedad y la estacionalidad, y afecta directamente la supervivencia de los microbios-, así como por una mayor interconexión global a través de los viajes internacionales, lo que significa que una enfermedad que se origina en un país puede estallar en otro, en cuestión de horas.

Somos inmunes a los medicamentos antimicrobianos

En muchas partes del mundo, también se agregan a la alimentación animal para promover un crecimiento más rápido. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, "se espera que el uso de antimicrobianos para la producción y la salud de los animales se duplique en 20 años". Como consecuencia, los antimicrobianos se han vuelto menos efectivos como medicina, tanto en la sanidad animal como humana.

Reducimos la abundancia de la medicina natural

En todo el mundo, se estima que 15.000 especies de plantas medicinales pueden estar en peligro de extinción, y las estimaciones sugieren que cada dos años perdemos al menos una potencial droga de importancia.

Por todo ello debemos cuidar de mejor manera el medio ambiente ya que, es la única forma de cuidar nuestra salud para evitar todos estos desastres naturales.

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