Salud mental: las 'Metapreocupaciones' y cómo el sobrepensar puede arrastrarnos a trastornos ansiosos

La salud mental se ha convertido en un tema de primer orden en estos escasos tres años. La pandemia y sus consecuencias a nivel emocional, dejaron entrever un problema que ya existía pero que permanecía silenciado. Los problemas mentales y los trastornos normalmente surgen de un desequilibrio a la hora de gestionar nuestras emociones y lidiar con nuestros pensamientos. Las preocupaciones y el sobrepensar suelen ser importantes detonantes.

Detonantes de trastornos como el de la ansiedad generalizada o TAG. A menudo este trastorno provoca que las personas empiecen a desarrollar creencias distorsionadas sobre los hechos, que tienen a aumentar su preocupación, lo que solo alimenta la ansiedad y dificulta que el cuerpo se regule. Pero si damos un paso más, nos encontramos con otra patología que nace aquí: la metapreocupación, que básicamente es la preocupación por preocuparnos demasiado.

Cuando la salud mental se ve en riesgo por el exceso de preocupaciones

La ansiedad es un proceso natural del cuerpo que no solo nos genera reacciones desagradables, sino que es totalmente útil para nuestra supervivencia, ya que es el mecanismo que nos advierte sobre los peligros y nos hace estar atentos al entorno. Sin embargo, puede llegar a suponer un verdadero problema de salud mental cuando esta ansiedad se prolonga o cronifica, sobre todo si se incrementa con lo que se conoce como rumiación o 'sobrepensar'.

La rumiación o el 'sobrepensar' consiste en darle excesivas vueltas a problemas o pensamientos en nuestra cabeza. No solo nos genera malestar, sino que en muchas ocasiones puede llegar a generar inactividad, lo que solo complica aún más las cosas ya que no podremos ponerle fin a eso que nos preocupa. Es por este motivo que nuestra salud mental se pone en juego, ya que se inician procesos que incluyen también los químicos, que van haciéndonos mella.

El psicólogo Rubén Casado explora en su libro 'El mapa de la ansiedad', muchos de estos procesos que nos hacen alcanzar niveles superiores de ansiedad, convirtiéndola en un problema de salud mental. En el libro también expone un nuevo concepto: las 'metapreocupaciones'. Un punto en el que nuestra menta deja atrás las preocupaciones y empieza a preocuparse por estar preocupado. Aunque parezca un trabalenguas, es una acción que afecta a muchas personas.

Lidiar con las emociones y pensamientos

No podemos escapar de nuestras emociones, es más, no debemos. Mucho menos de nuestros pensamientos. Sin embargo, es importante proteger y cuidar de nuestra salud mental adquiriendo las herramientas necesarias para saber lidiar con ellos. La ansiedad excesiva y las metapreocupaciones pueden tener un impacto significativo en la vida de las personas con TAG.

Pueden experimentar dificultades en su vida personal, social y laboral debido a la preocupación constante y la falta de capacidad para tomar decisiones o enfrentar situaciones estresantes de manera adecuada. La vía más adecuada para tratar estos problemas de salud mental es acudiendo a un especialista para recibir un tratamiento terapéutico adecuado a nuestras necesidades.