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Unas 800 mujeres mueren cada día por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto. En su mayoría, estas mujeres vivían en países en desarrollo y no recibieron la atención que necesitaban. Tener acceso a servicios de salud reproductiva no solo previene muertes sino también discapacidades permanentes. La buena salud reproductiva puede salvar la vida de muchas mujeres.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud reproductiva Implica la posibilidad de tener una sexualidad responsable, satisfactoria y segura, así como la libertad de tener hijos si se desea.
Sexualidad responsable, satisfactoria y segura
La salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus funciones y procesos.
En consecuencia, la salud reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria, sin riesgos, de procrear y la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia.
Control de la fertilidad seguros, eficaces, asequibles y aceptables
Esta concepción de la salud reproductiva supone que las mujeres y los hombres puedan elegir métodos de control de la fertilidad seguros, eficaces, asequibles y aceptables, que las parejas puedan tener acceso a servicios de salud apropiados que permitan a las mujeres tener un seguimiento durante su embarazo y que ofrezcan a las parejas la oportunidad de tener un hijo sano.
Son derechos humanos fundamentales relativos al libre ejercicio de la sexualidad sin riesgos, al placer físico y emocional, a la libre orientación sexual, a la libre elección del número de hijos, a la protección de la maternidad, entre otros aspectos, así quedaron definidos en la Conferencia de El Cairo.
Los ministros de Exteriores piden no olvidar la salud reproductiva
Un total de 60 ministros de Exteriores, entre ellos la española Arancha González Laya, han suscrito una declaración conjunta sobre la protección de la salud y los derechos sexuales y reproductivos y la promoción de la perspectiva de género en la pandemia de Covid-19, según ha informado Exteriores.
La declaración avisa del agravamiento de las desigualdades para las mujeres y las niñas y alienta a los gobiernos de todo el mundo a garantizar el pleno acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva.
El papel de enfermeras, comadronas y trabajadoras sanitarias y sociales
En ella, avisan de que la financiación destinada a estos derechos debe seguir siendo una prioridad para evitar un aumento de la mortalidad maternal y perinatal, una demanda no cubierta de contracepción y un mayor número de abortos inseguros y enfermedades de transmisión sexual.
También recuerdan el papel mundial de enfermeras, comadronas y trabajadoras sanitarias y sociales, que requieren equipos de protección. «La seguridad de los embarazos y partos depende de estos trabajadores, de instalaciones adecuadas y de un seguimiento estricto de la prevención de las infecciones», dicen.
Tener acceso a productos de salud reproductiva
Se comprometen, así, a que todas las mujeres y jóvenes en edad fértil tengan acceso a productos de salud reproductiva y piden a todos los gobiernos del mundo que aseguren el acceso pleno a servicios de salud sexual y reproductiva.
En la misma línea, el Gobierno español ha decidido presentar ante la Asamblea General de la ONU una resolución sobre el impacto de la pandemia en las mujeres y las niñas. La ministra lo habló ayer con su compañero filipino, Teodoro L Locsin Jr, y acordaron que trabajarán juntos en esto.
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