El consumo de ansiolíticos, benzodiacepinas o hipnóticos sigue al alza y ha llegado, de nuevo, a un máximo histórico en España, sobre todo entre las mujeres mayores de 35 años.
Un reciente estudio realizado en Pensilvania, muestra una conexión entre la microbiota y la segregación de dopamina en el cerebro, lo que colabora con la motivación.