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La calefacción, los resfriados y las comidas copiosas pueden poner en riesgo nuestra hidratación durante el periodo navideño, tal y como advierten los miembros del Comité Científico del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS). “Vigilar nuestra hidratación no debe ser un hábito exclusivo del verano. Durante las vacaciones de Navidad el organismo puede perder líquidos debido a las calefacciones (coche, hogares…) o al exceso de comidas especialmente calóricas. Además, es la época del año con mayores índices de resfriados y beber agua ayuda a fluidificar la mucosidad -responsable de la nariz tapada y la tos en el pecho-, mejorando los síntomas que causan malestar”, indica el Dr. Francisco Maraver, presidente del Comité Científico del Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS).
Para concienciar sobre la correcta hidratación durante el periodo navideño, el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) ha realizado una encuesta para conocer los hábitos de hidratación y de consumo de agua mineral de la población española.
Una de las principales conclusiones del estudio: más de la mitad de los españoles, en concreto el 53 %, consume agua mineral durante sus escapadas vacacionales. Y, por regiones, los vascos (66 %) y los catalanes (57 %) se posicionan a la cabeza del ranking en consumo de agua mineral natural, en sus viajes.
Cómo mantener una buena hidratación en Navidad
La deshidratación afecta al rendimiento físico y mental, y puede provocar dolor de cabeza, malestar general o calambres musculares, entre otras cosas.
Para evitar estos riesgos para la salud, los expertos del Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) recomiendan ingerir entre 2 y 3 litros de líquidos incluyendo, además de agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos y caldos. El sabor de las bebidas también hace más fácil beber la cantidad necesaria.
En una tarde de compras se puede perder más de medio litro de agua
Una de las escenas más habituales en estos días de Navidad son las compras. Ya sea en centros comerciales o en las tiendas a pie de calle, se realiza un esfuerzo físico importante.
Las aglomeraciones de gente, los cambios bruscos de temperaturas entre el frío de la calle y la calefacción de cada comercio y los kilómetros que se pueden llegar a recorrer hacen que el cuerpo pierda hasta 0,6 litros de líquido en una tarde.
Las comidas copiosas y el alcohol también deshidratan
Cada español acude en estas fechas un gran número de comidas o cenas y en ellas es habitual cometer excesos. Los menús típicos navideños emplean una gran cantidad de sal y de salsas para dar sabor a los platos.
Estos condimentos hacen necesaria una mayor ingesta de líquidos que compensen las pérdidas hídricas del organismo, un comportamiento que desconocen la mayoría de los españoles.
Además, durante las fiestas de Navidad se esperan más de 20 millones de desplazamientos en España: visitar a familiares, disfrutar de las luces de Navidad de otras ciudades o escapar del frío son alguno de los motivos que mueven a los ciudadanos a pasar esta época fuera de casa. Momentos en los que se producen muchos cambios de hábitos, entre ellos los referidos a la alimentación y a la hidratación.
Un ejemplo de algo que podemos hacer el día 24 (Nochebuena)
Para empezar con el desayuno, podemos incluir un zumo y licuarlo con agua, así empezamos con una buena fuente de hidratación que aporte vitaminas y minerales. Junto con una fuente de proteína como 1 huevo revuelto.
A media mañana, una infusión o manzanilla junto con una pieza de fruta o con un puñadito de frutos secos.
En la comida: Una sopa para seguir aportando hidratación y cuidar las calorías totales del día acompañada de una proteína magra (pollo, pavo, pescado blanco…) ya que seguramente la cena va a tener más grasas de lo habitual.
A media tarde, cuidar la ingesta de líquido, puede ser agua, pero si eres de los que prefiere que tenga sabor, puedes optar por tomarte un batido.
Y cuando llegue la cena, tener claro que no es lo mismo comerte dos pedazos de turrón que esos dos pedazos más polvorón y peladillas, y entre brindis y brindis, beber algo que nutra e hidrate.
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