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Sánchez concluye su ronda de reuniones con el resto de candidatos de la oposición. Pablo Casado ha protagonizado una reunión con el presidente en la que ambos han retomado sus relaciones.
Partido Popular y Ciudadanos votarán en contra de la investidura mientras Pedro Sánchez negocia ya la Mesa del Congreso con Iglesias como paso previo.
Sánchez y Casado retoman la 'normalidad'
Casado ha protagonizado ya la segunda reunión con Sánchez desde la que mantuvieron en agosto del año pasado nada más llegar ambos al Gobierno y a la cabeza del Partido Popular. Tres meses después, el presidente dio por rotas su relaciones con Casado cuando éste le acusó de ser "responsable" del golpe de Estado que, en su opinión, se ha dado en Cataluña.
Este lunes, Sánchez reservó para Casado la primera de las tres citas tras el 28A y le dio un lugar preferente, al reservarle un solo día y asignarle la sala de prensa principal de La Moncloa para hacer declaraciones al término del encuentro, tal y como dictan los "usos" para el líder de la oposición.
Casado acudió a Moncloa tras el giro al centro decretado en el PP después del batacazo electoral con un tono mucho más cordial del acostumbrado.
Casado hará una oposición "fuerte, firme pero responsable"
Pablo Casado afirma que su oposición será "frontal" si Sánchez se apoya en ERC, JxCat o PNV. Sin embargo, como muestra del cambio de tono, renunció a exigir a Sánchez su mantra durante una campaña en la que ha acusado al presidente de pactar con quienes quieren "liquidar" España.
Casado no pidió a Pedro Sánchez que vuelva a aplicar el 155 en Cataluña y prefirió centrarse en otras cuestiones que preocupan a los ciudadanos, abriendo margen de entendimiento en cuestiones relacionadas con violencia de género o pensiones.
"Yo no tengo enemigos, sino adversarios políticos", aseguró Casado, antes de reconocer el "compromiso" que tanto PP como PSOE han tenido a lo largo de los años para luchar contra quienes están en contra de la unidad de España.
Y ahora, a esperar a las municipales
A partir de ahora, Sánchez y Casado "mantendrán encuentros regulares" y una "comunicación permanente" sobre Cataluña. La misma que tendrán Sánchez y Rivera.
Las elecciones de mayo abrirán un nuevo escenario en el que los partidos, particularmente el PSOE, dan por hecho que puede haber cambios de posturas entre ellos si de ello depende la formación de gobiernos autonómicos o en las grandes ciudades.
Sánchez, Casado, Iglesias y Rivera se han cuidado mucho en la ronda de reuniones antes del 26M de no dar pasos que ahuyentasen a sus votantes. Casado ha sido reconocido como líder de la oposición; Rivera ha escenificado toda la lejanía posible con el PSOE; e Iglesias ya tiene su estatus de socio preferente.
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