¿Existen sanciones si las webs o aplicaciones móviles no son accesibles?

En plena era digital, realizamos gran parte de nuestras tareas a través de los dispositivos electrónicos como móviles, ordenadores o tabletas. Trabajar, hacer la compra, relacionarnos socialmente o disfrutar del ocio, son solo algunas de las actividades que normalmente hacemos a diario a través de estos dispositivos. Sin embargo, como también ocurre en el mundo físico en el que nos desenvolvemos, estos espacios virtuales pueden llegar a ser poco accesibles para las personas con discapacidad o personas mayores.

Actualmente, se ha avanzado mucho en cuanto al desarrollo de diferentes herramientas que puedan hacer de los espacios virtuales lugares mucho más accesibles. Algunas empresas, como GN10, llevan tiempo trabajando en el desarrollo de diferentes tecnologías, desde la implementación de utilizar comandos de voz para poder navegar en webs o apps, pasando por la personalización de colores e incluso añadiendo herramientas tan útiles como la lectura fácil que empleamos en GNDiario.

¿Existen sanciones a los entornos digitales que no son accesibles?

Si hablamos de legislación, lo cierto es que ésta no es lo suficientemente amplia, ya que se limita a los entornos de la Administración Pública. Dentro de la legislación de la Unión Europea, existe una Directiva de Accesibilidad Web, en la que se establece que todos los entornos digitales utilizados por los organismos del sector público deben ser accesibles para todas las personas. En el caso de algunos países, esta obligatoriedad también se extiende al sector privado.

Sin embargo en España, la única regulación existente es el Real Decreto 1112/2018, en el que se recogen las especificaciones de la accesibilidad de los sitios web y aplicaciones, pero únicamente son obligatorios para las entidades públicas en su conjunto, dejando al sector privado con la libre elección de llegar a implementar herramientas que hagan sus entornos digitales más accesibles.

Esto supone una importante limitación para las personas con discapacidad y personas mayores, ya que las entidades públicas son una parcela muy específica y reducida de todo lo que Internet y los entornos digitales ofrecen y que la mayoría de los ciudadanos utilizamos a diario.

Más allá de las sanciones están los beneficios

Aunque las empresas del sector privado no se enfrenten a sanciones económicas por no contar con herramientas digitales accesibles, la penalización puede llegar desde otro ámbito: el consumidor. Al fin y al cabo, estas herramientas tienen como principal objetivo que todas las personas, independientemente de su condición, puedan acceder a distintos servicios en los entornos digitales. No contar con estos métodos deja fuera a un importante sector de consumo.

Por eso, plataformas como GN10 trabajan en el desarrollo de nuevas formas de generar accesibilidad web y de ayudar a empresas de diferentes sectores a dar un paso más allá en procesos de digitalización, sin que estos dejen de ser accesibles a todas las personas, con los importantes beneficios, no solo a nivel social, sino también a nivel empresarial que esto puede llegar a suponer.

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