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Los sanitarios de la Atención Primaria se sienten agotados y desanimados tal y como repiten una y otra vez. Durante la primera ola intentaron contener el Covid – 19. En la segunda ayudaron a las residencias y durante la tercera asumen la campaña de vacunación y atención a los enfermos desplazados por la pandemia.
Durante el último año, la presión asistencial ha crecido desde antes de la crisis sanitaria se ha recrudecido y los centros de salud se han instalado en un estado de saturación permanente. El portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales (Semergen), José Polo, ha resumido que cada vez se encuentran con más carga de trabajo y con menos recursos. Los profesionales han visto como este año de pandemia les ha pasado factura. Los profesionales sanitarios han notado un empeoramiento de la salud mental. Por parte de los pacientes, éstos o llegan tarde o en peor estado a la consulta.
Los sanitarios de Atención Primaria son el primer eslabón de la cadena
Los sanitarios de Atención Primaria son la primera puerta para entrar para el sistema sanitario durante la pandemia. Las cargas de trabajo se han multiplicado: además de hacerse cargo de la detección y control de los casos con Covid-19 y sus contactos, los médicos y enfermeras de familia visitan a sus pacientes habituales, recuperan a aquellos que la pandemia dejó atrás, hacen consultas domiciliarias y cuidados paliativos.
El presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, Salvador Trinche, ha puesto sobre la mesa las cifras de trabajo de parte del sector sanitario: “Enfermería hace al año 130 millones de consultas y la vacunación de la covid-19 a la población general implicaría 50 millones de consultas más. Es decir, significaría aumentar un 50% la actividad. Necesitas recursos”. Además, la pandemia de Covid – 19 ha agudizado la precarización del sector sanitario: “Antes de la pandemia calculamos que hacían falta 15.500 enfermeras más en atención primaria. Ahora, la carencia solo en enfermería es bestial. Es imprescindible aumentar los recursos humanos”.
La partida para la sanidad pública se redujo en 8.636 millones de euros (un 12,24% menos) entre 2009 y 2014. Pero en la atención primaria el tijeretazo fue más duro, del 16,17 % (1.742 millones menos). “Tenemos las agendas desbordadas y personas ya de baja por problemas psíquicos. La precariedad va aumentando. Como esto siga así, la atención primaria no va a aguantar”.
Durante la tercera ola, los centros de salud están en jaque
Nos encontramos en jaque ante el desbordamiento de los centros de salud durante la tercera ola. Tienen más recursos pero faltan manos. Falta personal para parar al Covid – 19. Las intervenciones han caído un 36 % en el primer semestre de 2020 con respecto al mismo período de 2019 y las demoras se han disparado—la espera media para una prótesis de rodilla es de 183 días, por ejemplo—. Los pacientes han pasado de los aplausos de marzo a los reproches durante esta tercera ola.
Los sanitarios se encuentran “quemados” ante el aumento de trabajo
El diario El País ha consultado su opinión a varios médicos. Cándido Pequeño, jefe de servicio del centro de salud de Cee, en A Coruña, ha declarado que: “Llegamos a la consulta antes y salimos a la hora que se puede. Nadie nos lo pide ni nadie nos lo retribuye, pero lo hacemos. Y eso te va quemando. Hay mucha sobrecarga. Los profesionales están desesperanzados y llegan al trabajo sufriendo”. Dos estudios de los investigadores del Hospital del Mar de Barcelona han revelado que la mitad de los sanitarios presentan un riesgo alto de trastorno mental tras la pandemia.
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