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Madrid, 18 dic (EFE).- La sociedad Sareb, encargada de dar salida a los activos inmobiliarios de la banca rescatada y más conocida como el "banco malo", ha hecho balance de sus primeros cinco años de vida y ha cifrado en más de 23.000 millones de euros su contribución a la riqueza del país en este tiempo.
En concreto, 23.248 millones, según las estimaciones recogidas en un informe sobre el impacto socioeconómico de Sareb elaborado por la consultora EY, que indica que de esa cantidad, 5.392 millones, es decir, más del 23 %, se corresponden con la contribución económica de la sociedad, ya sea directa o indirectamente, al PIB.
A ello hay que sumar 12.876 millones de euros de deuda que Sareb ha amortizado después de cinco años de actividad, 4.193 millones por el pago de intereses de la deuda emitida -de los que 2.779 millones han sido pagados directamente a las nueve entidades financieras que recibieron ayudas públicas y vendieron sus activos a la sociedad-.
Los 787 millones restantes, hasta llegar a la contribución total de 23.248 millones, corresponden a impuestos que la compañía ha abonado a las arcas públicas, y que le convierte en uno de los mayores contribuyentes por patrimonio inmobiliario.
El 47 % del importe dedicado al pago de tributos fue por IVA no deducible, seguido de un 25 % por IBI y otros tributos, mientras que el resto se destinó a retenciones por IRPF (5 %) y a cotizaciones a la Seguridad Social (3 %).
Sareb recuerda que nació con la misión de gestionar y vender todos sus activos inmobiliarios en un plazo de 15 años, hasta 2027.
Cinco años después de su constitución, la compañía que preside Jaime Echegoyen ha reducido su cartera en 13.817 millones, el 27,2 %, y considera que ha contribuido a sanear el sector financiero y dinamizar el mercado inmobiliario.
La actividad principal de Sareb es la gestión de sus préstamos -el 68 % de la cartera de activos a cierre del primer semestre- a la que se suma la gestión de su cartera de activos inmobiliarios, lo que le ha llevado a vender casi 65.000 inmuebles a particulares.
Paralelamente, ha fomentado el alquiler como una vía alternativa de desinversión, lo que le ha llevado a tener 4.603 viviendas y 818 locales comerciales o naves industriales arrendados.
Cuatro compañías especializadas en la gestión y comercialización de activos (Altamira AM, Haya, Servihabitat y Solvia) se encargan desde 2015 de dar salida a los inmuebles de Sareb, repartidos por toda la geografía española.
La gestión y mantenimiento de este parque de viviendas, explica la compañía en un comunicado, genera un impacto directo en las economías regionales.
En concreto, el pago de comunidades de vecinos y del IBI, además de los costes de mantenimiento y la retribución a las empresas que realizan la gestión de manera local, ha supuesto 1.687 millones desde 2013 a distribuir entre las diferentes comunidades autónomas.
En Cataluña, donde Sareb posee un gran parque de viviendas, la compañía ha desembolsado casi 337 millones desde su creación derivados de su cartera de activos inmobiliarios.
A continuación figura la aportación a la Comunidad Valenciana, de 278 millones, Madrid (204 millones) y Andalucía (200 millones).
Adicionalmente, Sareb también destaca que ha contribuido a dinamizar las economías locales con la inversión hasta el momento de casi 64 millones de euros en la construcción de viviendas en sus suelos y la terminación de obras que recibió sin finalizar.
Esta actividad ha permitido a la compañía escriturar hasta ahora 538 viviendas de nueva construcción.
Cataluña, con 17 millones de euros, lidera la inversión desembolsada, seguida de Comunidad de Madrid (13 millones), Andalucía (13 millones) y Comunidad Valenciana (11 millones).
Con el desarrollo de su actividad, Sareb ha generado 34.127 empleos de forma directa o indirecta.
Además, en paralelo a su proceso de desinversión, Sareb destaca su "compromiso y contribución para paliar el problema de la vivienda social en España".
Desde su nacimiento, la compañía ha firmado convenios de colaboración de cesión de vivienda social con once autonomías y seis ayuntamientos, con los que ya se han comprometido 2.360 viviendas, de las que ya pueden beneficiarse alrededor de 5.900 personas.
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