Las consecuencias de la polinización durante el invierno afectan cada vez a más personas, influidas por el cambio climático y las sequías de los últimos años.
La zona del Guadalquivir, más concretamente el parque de Doñana, ha comenzado a sufrir una sequía imparable. La actividad humana, como la caza de aves acuáticas, ha hecho estragos en el medio ambiente y en el hábitat.
Por desgracia, no es nada nuevo conocer el daño que causa la sequía en todos los ecosistemas. Ahora miles de flamencos en Málaga abandonan sus huevos por este fenómeno extremo.