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Europa viene enfrentando desde el año 2015 etapas cada vez más generalizadas e intensas de episodios de sequía, lo que preocupa mucho a los expertos.
Estos ya dijeron en 2018 que el continente entero se enfrenta a este problema, y en ese año ya calificaron esta sequía como la peor que se había vivido en los dos últimos siglos y medio.
Ahora, a mediados del 2022, varios socios de la Unión Europea están mostrando su preocupación, dado que la escasez de agua y la inminente escasez de agua está afectando mucho, causando muchos estragos en sus territorios.
La sequía podría acabar con el suministro alimentario de la UE
Y es que este efecto del cambio climático afecta a la actividad agraria, a la hidroeléctrica o a la industrial, y además se está hablando de que se empieza a poner en riesgo el consumo humano.
Cabe destacar que, según los datos de los expertos, España comenzó este verano 2022 con sequía meteorológica y los embalses al 45 % de su capacidad.
Dicha escasez ha llevado a la declaración de la pre-alerta por sequía en Galicia y en las cuencas del Guadiana y el Guadalquivir cuyas reservas no pasan del 30 % de agua embalsada restringiendo riegos y otros usos no domésticos.
Italia y Portugal van en el mismo camino de crudeza. El primero ha pasado ya su invierno más seco en 65 años, con una media muy notoria que registra los niveles más altos de falta de lluvia y nieve. Además, la falta de agua, amenaza ya el 50 % de su producción agrícola.
Portugal registra más de un 90 % de su territorio con sequía severa, y se califica este episodio como la peor en más de 20 años. Su producción agrícola también está amenazada, y los embalses tienen niveles realmente bajos.
Este fenómeno sigue afectando al resto de Europa, tanto a países del centro como de la parte del norte de Europa, como Francia o Alemania, donde la cosecha de cereales se vio golpeada en un 2,5 % respecto a datos anteriores, y no alcanzará los 286,4 millones de toneladas, según el último informe de perspectivas agrícolas de la Comisión Europea.
Por su parte, la CE estima que las reservas existente van a ayudar a satisfacer las necesidades de consumo interno y parte de la demanda de exportación.
Además, el texto apunta que los precios agrícolas mundiales han repuntado un 30 % desde la invasión militar rusa de Ucrania, pese a que se advierte cierta relajación en los mercados ligada a la próxima cosecha.
El calentamiento global y la escasez de agua son reales
Pero a pesar de contar con reservas suficientes, la realidad es otra. Los periodos de escasez de agua se alargan, se acentúan y se vuelven más extremos.
En caso de no tomar las medidas necesarias para poder frenar el cambio climático, las consecuencias no serán muy beneficiosas ni para la UE ni para el resto del planeta.
Es por ello que se necesita, no solo poner el ojo en la problemática de la sequía, sino en todos los temas que cada día siguen presentes, la contaminación, el daño que causamos al planeta, con el fin de poder revertir la situación, y no ir de sobrados.
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