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José María Ángel, director de Emergencias de la Comunidad Valenciana, alertó este viernes de la "agresividad tremenda" de las llamas en los incendios que asolan la región debido al "estrés hídrico acumulado" en el terreno.
En una entrevista en RNE recogida por Servimedia, explicó que se trata de incendios "muy complejos" donde la orografía, la meteorología y la "carga de combustible" dificultan las labores de control y extinción del fuego.
Los incendios que asolan los terrenos valencianos son muy críticos
Explicó que en las últimas horas se han incorporado medios aéreos, que tienen "alguna dificultad" debido a una columna de humo de los incendios que impide las descargas de agua, y que los operativos se están distribuyendo para evitar el paso de las llamas desde Castellón a la provincia de Valencia, y para preservar la zona de Sierra Calderona.
Sin embargo, explicó que uno de los 2.000 rayos que cayeron en la tarde noche del miércoles y que quedó "latente" en el terreno ha activado las llamas provocadas por los incendios en una zona "muy agreste" y de "muy difícil acceso" en Sierra Calderona.
Los efectivos habían conseguido esta mañana reducir las llamas y perimetrar la zona, con la esperanza de poder al menos "controlar" la expansión del fuego.
A pesar de todo ello, alertó de que el incendios es "enorme", tiene un perímetro de 120 kilómetros y muestra una "virulencia" y una "agresividad tremenda" debido al "estrés hídrico acumulado" en los bosques y montes.
Pero, ¿qué es el estrés hídrico?
El estrés hídrico significa cuando se da una demanda de agua mucho más alta que la que se encuentra disponible, puede darse por un periodo de tiempo determinado, o cuando su uso se restringe por la baja calidad.
El caso, es que la FAO ve una tendencia al alza gradual del estrés hídrico mundial en estos últimos veinte años, lo que refleja un estrés mayor en muchas zonas del mundo, por lo que la compensación de dichos aumentos no puede darse.
Es esa tendencia gradual la que se está dando en los incendios de Valencia, que además, se ven empeorados ya que tanto para las llamas como para el estrés hídrico, el cambio climático está jugando un papel fundamental, dando lugar a un empeoramiento de estos sucesos, que son cada vez más graves y más extremos.
La FAO prevé que, en el año 2025, 1.900 millones de personas vivirán en países o regiones que enfrentan una escasez absoluta de agua, y dos tercios de la población mundial podrían estar en una situación de estrés hídrico.
Los impactos que causa el estrés hídrico, a parte de volver más agresivos los incendios en tierras que lo padecen, son:
- Deterioro de recursos de agua dulce en términos de cantidad (acuíferos sobreexplotados, ríos secos, etc)
- Deterioro de la calidad del agua dulce (Eutrofización, contaminación de la materia orgánica, intrusión salina, etc)
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