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La semana pasada saltó el tema del síndrome de abstinencia neonatal entre la lluvia de ideas para la redacción de temas diarios en nuestra web. Tras conocer un caso en el mismo municipio que una de las redactoras, nuestro equipo decidió investigar. Y es que, puede generar problemas en el desarrollo cognitivo, así como malformaciones.
El empeoramiento de la salud mental por la pandemia impulsó el incremento de este síndrome en recién nacidos, sobre todo en países como Chile, postulan los expertos.
¿Qué es el síndrome de abstinencia neonatal?
El síndrome de abstinencia neonatal (SAN) es un conjunto de síntomas que pueden presentarse en recién nacidos expuestos a sustancias adictivas durante el embarazo, generalmente debido al consumo de drogas como opioides, heroína, metadona, benzodiazepinas, entre otras, por parte de la madre. Estas sustancias pueden pasar a través de la placenta y causar dependencia en el feto.
Cuando el bebé nace, se produce una interrupción abrupta del suministro de la sustancia a la que estaba expuesto en el útero, lo que puede llevar al desarrollo del síndrome de abstinencia. Los síntomas pueden variar en intensidad y duración, y pueden incluir irritabilidad, temblores, dificultad para dormir, llanto excesivo, hiperactividad, succión deficiente, problemas de alimentación, vómitos, diarrea, sudoración, fiebre, entre otros.
El diagnóstico del síndrome de abstinencia neonatal se basa en la observación de los síntomas y la evaluación médica del recién nacido. El tratamiento puede requerir cuidados especiales en una unidad neonatal y la administración de medicamentos para aliviar los síntomas de abstinencia y ayudar al bebé a recuperarse de manera segura. La duración del tratamiento puede variar según la gravedad de los síntomas y la sustancia a la que el bebé estuvo expuesto.
Es importante destacar que el síndrome de abstinencia neonatal es una condición tratable y muchos bebés se recuperan por completo con el cuidado médico adecuado. Además del tratamiento médico, se pueden proporcionar medidas de apoyo y cuidado que promuevan la comodidad y el bienestar del bebé, como el contacto piel a piel, la alimentación frecuente y el ambiente tranquilo.
Prevenir el síndrome de abstinencia neonatal implica abordar el consumo de sustancias adictivas durante el embarazo
Es fundamental que las mujeres embarazadas reciban atención médica adecuada, incluyendo apoyo y tratamiento para superar la adicción, si es necesario.
La educación sobre los riesgos del consumo de drogas durante el embarazo y el acceso a programas de prevención y tratamiento son componentes importantes para reducir la incidencia de este síndrome y proteger la salud de los recién nacidos.
Alza en algunos países como Chile
El presidente de la Corporación para la Nutrición Infantil (Conin), Patricio Silva, alertó que desde la pandemia "hemos visto un aumento de los niños que nacen con síndrome de abstinencia neonatal, sobre todo en regiones como Valparaíso y la Metropolitana".
Dicho síndrome puede generarse cuando un feto está expuesto al consumo de alguna droga por parte de la madre, la que se lo traspasa a través del torrente sanguíneo. Una vez que la guagua nace y su cuerpo deja de recibir la sustancia, comienza a presenta un síndrome de abstinencia, tal como lo haría cualquier adicto.
Silva afirma que "estos niños nacen con un deterioro de su capacidad intelectual potencial y con el tiempo pueden tener más problemas. Por eso desde un comienza hay que someterlos a una rehabilitación, con mayores estímulos psicomotores, psicosociales".
Un trabajo del Hospital de Navarra aborda la lactancia en madres adictas a las drogas
Paula Baeza explica en su trabajo las ventajas de la lactancia materna y el alojamiento conjunto en niños con síndrome de abstinencia neonatal:
- ¿Por qué son mejores la lactancia materna y el cohabitar desde el principio con el bebe?
La lactancia materna, según Baeza, supone una reducción del tiempo de estancia hospitalaria, la necesidad de que el bebé necesite algún tratamiento farmacológico para mejorar su sintomatología, además también disminuye la duración del tratamiento y reduce la gravedad de los síntomas. Y respecto al alojamiento conjunto sucede lo mismo, lo único que también reduce la tasa de admisión del bebé a la unidad de cuidados intensivos neonatales. Reducciones de bastante relevancia. Además, se potencia el vínculo afectivo, muy importante en los primeros momentos del bebe y el desarrollo infantil en general.
- ¿No supone un peligro la lactancia materna en caso de que la madre continúe ingiriendo sustancias tóxicas?
Eso es un debate que aún se mantiene. Se ve que, si la cantidad de droga que consume la madre no es tan exagerada como para que no esté en las condiciones adecuadas como para encargarse del cuidado del bebé, pues es verdad que el efecto que produce la droga en el bebé mediante la leche materna, el daño que le realiza es mínimo. Incluso tampoco se lo puede considerar daño, porque lo que hace es reducir la gravedad de los síntomas. Lo que hace la droga en el bebé es calmarlo y la dosis que pasa es mínima, sin dejar efectos colaterales.
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