¿Qué es el síndrome del Emperador y cómo afecta a tus hijos?

Los padres podemos llegar a encontrarnos con situaciones realmente complicadas en lo que respecta a la educación de nuestros hijos. A eso se le suman las diferentes voces que nos dicen qué es lo mejor y que no, llegando incluso a la contradicción. Sin embargo, en psicología y en todas las ramas que tienen que ver con esta área, se trata de evaluar ciertas conductas para dar respuestas algo más conjuntas. De estos estudios surgen nombres como el síndrome del Emperador y similares.

Estos son solamente formas de llamar a ciertas actitudes que pueden generalizarse y a los que podemos ponerles algún tipo de solución. En el caso del síndrome del Emperador, lo que se ha visto son acciones, actitudes e incluso intenciones de maltrato de niños a padres. Este tipo de violencia filoparental, habitualmente se hace más presente en la adolescencia, pero también puede llegar a darse de formas igual de difíciles durante la infancia.

El síndrome del Emperador y sus consecuencias

El síndrome del emperador es una condición que puede surgir durante la infancia y desarrollarse a lo largo de la vida de una persona, de hecho, también es posible llegar a diagnosticarlo en adultos. Este síndrome hace referencia a un conjunto de rasgos comunes en las actitudes de los más pequeños, que integran maltrato, egocentrismo desmedido y la necesidad de ejercer poder ante cualquiera, incluso ante las figuras de autoridad que principalmente son los padres.

El psiquiatra José Carlos Fuertes Rocañín, presidente de la Sociedad Aragonesa de Psiquiatría Legal y Ciencias Forenses (SAPLYCF), presentó recientemente un libro, en colaboración con la periodista Lorena García, titulado 'Educar es ser un espejo', una guía para padres, en el que dedica un capítulo especial al síndrome del emperador, la forma en la que se manifiesta y cómo poder hacerle frente.

"Cada persona es un mundo y cada enfermo tiene sus reglas, pero muchos de estos niños son despóticos, soberbios, chulescos, arrogantes, prepotentes y violentos porque tienen ese perfil psicopático de personalidad, es decir, tienen un problema serio en su estructura cerebral, que hace que sean incapaces de percibir el dolor ajeno, que sean personas profundamente ególatras, egocéntricos, que tienen una insensibilidad y sobre todo que ven a su entorno como si fueran cosas que pueden manejar y de las que pueden disponer; este perfil típico de dictador que más tarde, si no se modifica, lo cuadraremos en los psicópatas", explica el psiquiatra en su libro.

¿Cómo lidiar y educar a estos perfiles?

Uno de los principales objetivos para corregir este síndrome de emperador, es generar un reequilibrio de poderes, es decir, los padres deben ser la autoridad y no permitir que el niño o niña intente imponer sus reglas. "Parte de la culpa de este síndrome deriva en la educación que han recibido los hijos por parte de los padres, con una protección tan excesiva", explican los expertos desde el libro.

El consentimiento que se da por parte de los padres y de la sociedad a estos menores, acaba degenerando en este síndrome del emperador, y el problema está en que "cuando queremos ponerlos en nuestro sitio, o ejercer la autoridad es imposible, porque los hemos empoderado tanto que las amenazas, la violencia física, la impulsividad, o el chantaje emocional aparecen, y es imposible controlar a esas fieras", remarcan.