Los síntomas a largo plazo del Covid-19 y las conclusiones de la ciencia

Uno de cada ocho adultos infectados con el virus SARS-CoV-2, experimenta síntomas a largo plazo de esta enfermedad. Así lo sugiere un estudio realizado por una veintena de investigadores neerlandeses, en su mayoría del Centro Médico Universitario de Groninga (Países Bajos), y publicado en la revista ‘The Lancet’.

Este trabajo ofrece una de las primeras comparaciones de síntomas a largo plazo tras la infección por covid-19, a menudo denominado covid persistente, respecto de una población no enferma, además de medir la sintomatología en individuos antes y después del contagio.

“Existe una necesidad urgente de datos que informen la escala y el alcance de la sintomatología a largo plazo experimentados por algunos pacientes después de la enfermedad de covid-19”, apunta Judith Rosmalen, de la Universidad de Groninga y autora principal del estudio.

“Nuestro enfoque de estudio analiza los síntomas que se asocian con mayor frecuencia con la covid prolongada, incluidos los problemas respiratorios, la fatiga y la pérdida del gusto y/u olfato, tanto antes de un diagnóstico de covid-19 como en personas que no han sido diagnosticadas con covid-19. Este método nos permite tener en cuenta los preexistentes y los que se dan en personas no infectadas para ofrecer una definición de trabajo mejorada para la covid persistente y proporcionar una estimación fiable de la probabilidad de que la covid-19 dure en la población general”, explica.

Recopilación de los datos de síntomas tras el covid-19

La mayoría de los datos se recopilaron antes del lanzamiento de la vacuna covid-19 en Países Bajos, por lo que la cantidad de participantes vacunados fue demasiado pequeña para analizarla en el estudio.

Los investigadores encontraron que varios síntomas eran nuevos o más graves entre tres y cinco meses después de contraer la covid-19, en comparación con los que surgen antes de un diagnóstico de la enfermedad y con el grupo de control (no enfermo), lo que sugiere que estos pueden verse como la sintomatología central de un covid persistente.

La sintomatología central registrada fue:

• Dolor torácico
• Dificultad para respirar
• Dolor al respirar
• Dolor muscular
• Pérdida del gusto y/u olfato
• Hormigueo en manos/pies
• Nudo en la garganta
• Sensación alterna de frío y calor
• Pesadez en brazos y/o piernas
• Cansancio general

La severidad de estos síntomas se estabilizó a los tres meses tras la infección y no disminuyó más.

Otros sintomatología que no aumento significativamente de tres a cinco meses después de un diagnóstico de covid-19 incluyeron dolor de cabeza, picazón en los ojos, mareos, dolor de espalda y náuseas.

Desde que comenzase la investigación se ha dado la aparición de otra sintomatología, además de no tener en cuenta los relacionados con la salud mental

Los autores reconocen algunas limitaciones en el estudio, que incluyó pacientes infectados con la variante alfa u otras anteriores del SARS-CoV-2 y no tiene datos de personas contagiadas con las variantes delta u omicron.

Además, debido a la infección asintomática, la prevalencia de la covid-19 en el estudio puede estar subestimada. Otra limitación es que, desde el comienzo de la recopilación de datos, se han identificado otra sintomatología -la niebla mental, por ejemplo- como potencialmente relevantes para una definición de covid persistente, pero la investigación no los analizó.

“La investigación futura debe incluir síntomas de salud mental (por ejemplo, depresión y ansiedad), junto con los posinfecciosos adicionales que no pudimos evaluar en este estudio (como confusión mental, insomnio y malestar). No pudimos investigar qué podría causar ninguno de la sintomatología observados después de la covid-19 en este estudio, pero esperamos que las investigaciones futuras puedan informar sobre los mecanismos involucrados”, concluyó Rosmalen.