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La salud mental se ha convertido en un punto de interés, no porque hayamos decidido darle el valor que le corresponde de la nada, sino porque cada vez son más las personas que se encuentran atravesando situaciones complicadas a nivel emocional. Los ecos de la pandemia, las nuevas dinámicas sociales y laborales, así como un nuevo contexto económico y político, hacen que la 'sisifemia' pueda estarse expandiendo mucho más de lo que pensamos y en otros ámbitos.
Términos como 'Burnout', 'Workaholic' y otro tipo de anglicismos que, al fin y al cabo, acaban en lo mismo; trastornos psicológicos y emocionales que derivan de nuestra situación laboral, nos son cada vez más familiares por desgracia. A estos busca unirse la 'sisifemia', una palabra que deriva directamente del mito de Sísifo, un personaje de la mitología griega que fue condenado por los dioses a empujar una roca gigante cuesta arriba solo para que esta rodara hacia abajo una vez que alcanzara la cima.
La sisisfemia y el sentido de la nada
En el mito, Sísifo debía debía repetir este proceso, sin sentido e inútil, eternamente como castigo. En este punto se encuentra la clave que ha llevado a filósofos de diversas épocas para tratar el existencialismo, es decir, el sentido del ser y de la vida. De esta forma, tanto en la filosofía como en la cultura general, la 'sisifemia' se utiliza para describir situaciones o tareas repetitivas, agotadores y sin sentido aparente, donde el esfuerzo parece no conducir a ningún resultado significativo.
En pocas palabras, expresa la sensación de estar atrapado en una rutina interminable y frustrante. Dicho así es posible que un ejemplo claro te haya venido a la cabeza: el trabajo. Lo mismo pensó el doctor José Manuel Vicente, director de la Cátedra de Medicina Evaluadora Pericial de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), quien buscaba en su artículo académico 'La sisifemia, una pandemia de sistemas de producción y organización con sobrecarga mental desmedida', ahondar en el desgaste mental de los nuevos modelos laborales.
Condenados a producir más
“El cansancio mental del trabajador incansable, o el agotamiento del trabajador sometido diariamente a una sobrecarga mental extrema", es la definición que el autor pretende asociar a esta nueva pandemia de sisifemia laboral. "El trabajador para poder acometer la tarea diaria sin retrasos se ve obligado a trabajar por encima de todo límite, incluyendo la jornada laboral, y su propia salud, pues obsesionado por pretender hacer siempre más, condenado por tener que hacer siempre más", explica en su artículo.
"No respeta la dedicación a otras áreas de su vida como, el descanso, el ocio o las relaciones fuera del trabajo, lo que va minando su confianza, su autoestima, su salud y su bienestar hasta enfermar de agotamiento mental y perder capacidad eficaz de rendimiento en el trabajo”. De esta forma, “el trabajador que sufre sisifemia, se ve condenado así diariamente, a una carga mental desmedida para poder desarrollar su trabajo, sin pausas, ni reposo, ni tiempos muertos".
La depresión observando en la retaguardia
Vicente no es el primero en poner el foco sobre los sistemas productivos actuales y cómo pueden estos estar generando trastornos como la ansiedad o la depresión, pero sí aporta una visión nueva introduciendo la idea del "absurdo", de la 'sisifemia'. Con una sobre exigencia sin sentido, es relativamente sencillo que nos veamos abocados a un "pozo sin fondo", como describe Vicente, del que solo se puede salir cuidando de nuestra salud mental, por encima de lo laboral.
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